Ante una obra maestra a veces no se sabe bien qué decir. Pero lo que me quedó claro tras ver la película es que me emocionó. La historia impregna hasta los huesos y el romanticismo de la película atraviesa el corazón como un cuchillo la mantequilla.

Bien estructurada, aunque posiblemente sobren unos minutillos de los hijos, la historia avanza poco a poco. Parece una gota de agua que se desliza por la piel.

Se le puede reprochar el toque moralista pero ¿alguien hubiera filmado un final diferente? ¿Tras ver la escena del semáforo con el corazón en un puño quien osa discutirle nada al gran Clint?

Obra maestra interpretada por una pareja de protagonistas sublimes. Pese a sus largas trayectorias posiblemente estén ante los papeles de su vida.

Debo confesarme por haber perdido dos horas de mi vida viendo esta película. Todo se resume en dos actores guapos que no aportan nada, ni siquiera transmiten complicidad al espectador.

No hay guión que valga, no hay intriga, no hay acción de calidad.

En fin, no pensaba que la desilusión fuera tan grande. Pero es que esta película no aporta nada de nada. ¿O es que alguien es capaz de recordar a la maedia hora alguna secuancia interesante?

Reconozco que he visto la película atraído por esa belleza fresca llamada Elsa Pataky. Pero, pese a ese indudable encanto, la película no termina de cuajar del todo. Al acabar de verla uno tiene la sensación de que podía haber quedado más redonda.

Y es que la película tiene buenos momentos, como la secuencia que nos presenta a Ninette en acción con un prodigioso plano en la escalera que nos muestra a la Pataky a través de sus piernas y sus zapatos de tacón negro.

Luego, pese a la chispa que flota entre Elsa Pataky y Carlos Hipólito, la película se hace lenta, demasiado Lenta hasta para ser de Garci. Es más, la segunda parte ambientada en Murcia podemos decir que sobra. Nada aporta el papel de Mar Regueras por mucho que ella lo intente y nada aporta los minutos ambientados en la tienta.

Lo que menos me ha gustado ha sido el recurso simplón a mostar los encantos de la protagonista porque la vemos en la ducha varias veces de forma gratuita.

En resumen: película con sombras y luces. Las sombras ya se ha expuesto, al menos las más llamativas. Y entre las luces destacar a Enrique Villén, Miguel Rellán y el buen hacer de la pareja protagonista.

La verdad es que esperaba mucho más de esta película. Pese a estar bien dotada técnicamente y contar con una ambientación magistral, la película no acaba de convencer.
Al terminar la película se tiene la sensación de que nos falta algo por saber y, sobre todo, la sensación de que ha sobrado una hora de película.
Hay escenas de suspense magistral (como la entrada repentina de la niña en París) pero, en resumen, tengo la sensación de que se podía haber exprimido un poco más el limón.
Finalmente, la película parece tramposa: aparentando estar equidistante finalmente pretende llevar al espectador hacia el lado de los agente judíos: ¿Quien no acaba por comprender y casi justificar al magistral Eric Bana? En cambio, los terroristas palestinos parecen sacados de unos carnavales. Y es que no olvidemos que Spielberg es judío...

1- Trama infumable. El argumento no da para tantos minutos y la película simplemente se hace larga. Por ello, son varias las escenas que sobran de mala manera. No obstante, hay que reconocer que varios planos son maravillosos, de una plasticidad sobrenatural.

2- Elenco de actrices perfecto. Todas están a la altura. El único pero: Penélope Cruz es demasiado guapa para el papel. Lo borda pero deberían haberla "afeado" un poco.