Vi esta película esperando más bien poco de ella. Por pasar la tarde.
Poco a poco me fue sorprendiendo gratamente. No es una comedia romántica sin más, ofrece bastante más que la media. El argumento es sencillo pero con fondo y Adam, el protagonista, te va atrapando poco a poco con esa ingenuidad que parece ser característica de un síndrome que no permite ser hipócrita y te hace decir las cosas como se piensan.
Más que interesante, los actores bordan el papel y la imagen de Nueva York simplemente espectacular.

Poética, sensible, a ratos con una lentitud que intensifica los sentimientos que vierte y se acrecientan por momentos.......consigue que nos metamos en la piel de los dos protagonistas que viven una historia intensa muchas veces vista pero no tan conmovedora como la que nos cuenta Brizé. En ningún momento la película decae en sensiblería ñoña ni artificiosa. Lo más admirable es la continuidad lineal en el tono, siempre lento, casi musical como una metáfora de la nota que hace saltar la chispa entre los protagonistas, el rudo albañil que despierta ante las partituras de la maestra...
No creo que sea una película romanticona, es mucho más que eso. Muy recomendable.

Fotografía insuperable. Y junto a un derroche de buen gusto de planos y color, aparece un Colin Firth perfecto, encantadoramente british, elegante y....sublime en su actuación tan natural y ceñida a su papel. Para mí, un diez.
El argumento es sencillo y la película tiene muy poca acción, pero en ningún momento se me hizo pesada.
Visualmente, un festín para los sentidos. Así la recuerdo (hace una semana que la vi)

Da igual la nacionalidad, religión o cualquier otro parámetro en el que se pueda agrupar al ser humano, hay cosas que no cambian nunca. En esta familia se dan todos los tópicos que aparecen en las relaciones de parentesco: envidia, celos, traición y sobre todo...aiiiii poderoso caballero don dinero, qué presente estás siempre.
Tópica pero muy interesante, se deja ver bastante bien

Creo que desde un punto de vista psicológico puede resultar interesante el plantearse el efecto que puede producir la manipulación del aprendizaje desde la infancia. Como experimento no está mal, pero si la intención es ir a pasar un buen rato al cine, hay que olvidarse de esta película.
Lenta, por momentos desasosegante, a mí no me produjo ninguna carcajada. No he entendido las calificaciones de humor negro ya que éste no lo vi por ninguna parte, quizá también influya que no desembarcan muchas películas griegas por aquí.
El resumen que haría de esta película es el de la frase que escuché al salir de la sala con un nudo en el estómago: "no he visto cosa igual"...pues eso, gran impacto psicológico no muy agradable.