Esta pestilente adaptación no merece tan siquiera la atención de los más generosos. Sospechosamente, los más generosos en esta ocasión parecen tener algún interés en qué una producción mediocre sea aceptada y vanagloriada como si fuese el diamante más preciado de la Tierra. Millones, millones, y más millones malogrados. Y un insufrible Bayona que nadie debería olvidar, tanto por sus recientes declaraciones tachando de racistas y misóginos a un amplio sector de los puristas de la obra de Tolkien (no nos olvidemos que algunas de las personas a las que ha vilipendiado son mujeres), como también por ser un director pachanguero de videoclips casposos en su amargo pasado. Por cierto, concretamente en el del año 2000, en el videoclip de Ella Baila Sola - Como Repartimos los Amigos, recurre a ciertos tópicos sexistas y misóginos por los que, cuanto menos, debería replantearse la capacidad intelectual de las personas que somos capaces de investigar por nuestra propia cuenta que hizo tal o cual. Y nos debe una disculpa pública a todos los que nos sentimos insultados por su arrogancia, por haber usado un recurso fácil como el siguiente: Durante los 30 primeros segundos del videoclip una mujer genérica trata a su ex-pareja de inmaduro, mientras que un hombre genérico la insulta llamándola estúpida. La verdad es que me importa poco si otra persona se ocupó del guion del videoclip, porque él fue quién aceptó dirigirlo. Bayona es sinónimo de desastre, mentira, artificio e hipocresía. Pero también tenía que decir la suya, al ser uno de los productores ejecutivos de esta penosa serie. A ver si nos cuela alguna más de dinosaurios alados, a poder ser ataviados con los trajes que luce para acudir a las galas oficiales para presentar sus bodrios.

Tampoco me interesan, o no aportan nada trascendente, las opiniones de los actores que caracterizaron a los Hobbits en la trilogía de Peter Jackson, ya que su posterior carrera cinematográfica no ha sido precisamente gloriosa. Y que decir de Karl Urban, nombre que tan siquiera me sonaría a no ser de la sobrevalorada serie de 'The Boys', en la que Amazon ha sabido jugar muy bien sus cartas para contentar a los espectadores que solo buscan violencia gratuita y sin sentido, mientras les endosan un evidente panfleto político falsamente "progre", una característica que se enmarca a la perfección en la corriente creada por diversas productoras audiovisuales. No hace falta ponerle mucha imaginación, las otras dos compañías que están contribuyendo a la degeneración del mercado cinematográfico, aunque a veces producen alguna obra de interés, son Disney + y Netflix.

La cantidad de críticas compradas para elogiar a una serie muy muy mala, falsos fans hablando bien de algo que tan siquiera han visto, el conjunto de opiniones negativas eliminadas de otras webs de cine, como también en la propia plataforma de streaming de Amazon... Nos debería hacer replantear muchas cosas.

Creo que entiendo a Woody Allen cuando recientemente afirmó que se retiraba del mundo del cine como director, y no considero que sea un farol, ya que como otros tantos autores contemporáneos con cierta experiencia a sus espaldas, se deben sentir alienados al observar la dirección que está tomando la industria cinematográfica. Cualquier personalidad cabal con una larga trayectoria de éxitos y fracasos (más éxitos que fracasos en el caso de Allen) debe sentirse asqueada, a pesar de haber ganado su buen dinero dirigiendo o interpretando, al observar la degeneración narrativa que podemos contemplar, por ejemplo, en una serie tan anodina y vacía de contendido como 'The Rings of Power'. Sin obviar la presión mediática de sujetos de cuestionable autoridad que fomentan que se extienda la cultura de cancelar, al igual que se propagó el mal en la Tierra Media en sus momentos más oscuros.

La época de la nigromancia en el mundo del entretenimiento: En nuestras manos reside el auténtico poder, el de elegir si queremos que nos insulten y que se nos meen en la cara (metafóricamente hablando, con todo el cariño hacía los adeptos y adeptas a la lluvia dorada); o queremos disfrutar placenteramente de fragmentos artísticos que se puedan convertir en inolvidables, por lo menos mientras la especie humana continúe existiendo, sin distinciones de géneros, orientaciones sexuales o culturas.

La peor serie que he visto en más de dos décadas, un producto que carece de alma pero con un gran despliegue técnico, aspecto que en ningún momento ha justificado ni justificarán la cantidad de falsedades y artimañas propagandísticas con las que se ha pretendido modificar la opinión pública.

Bueno, no es anormal que un realizador que empieza su carrera de una forma un tanto mediocre acabe sobresaliendo. Pero el caso de Quentin Dupieux es insólito. Un misterio de difícil resolución... Alguien que no destacó por nada demasiado relevante en sus inicios ha dirigido durante los últimos años algunas de las obras más divertidas de lo que se podría catalogar dentro del surrealismo subversivo; autoconsciente y con elementos incorporados del imaginario actual que nos aflige día tras día. En fin, una joya contemplar cualquiera de las últimas 5 o 6 películas que ha dirigido Dupieux. Porque sus personajes hablan desde lo cotidiano y desde la meta-realidad al mismo tiempo. Y siempre conservando ese encomiable encanto/desencanto por la vida.

Carreras descendentes fueron muchas... Ridleys Scotts, Brians de Palmas, Stevens Spielbergs, Jean-Pierres Juanetes, James Camarones, etc. Hallar en el sinsentido algo en lo que un espectador con cierto bagaje se pueda sentir identificado, criticado, emocionado y fascinado... es un tema a debate de compleja resolución. Al igual que las obras de un maduro Dupieux.

Bayona contraataca de nuevo, con otra de sus propuestas sobrevaloradas. Y es que la única buena película que ha realizado este sujeto fue 'El Orfanato', donde, a mi parecer, no obtuvo el poder "creativo" del que si gozó en títulos posteriores firmados con su apellido... El apellido Bayona (disculpas por los Bayonas que no tienen nada que ver), como un cacahuete gigante para los cinéfilos con alergia aguda a la manipulación emocional, y que nos es servido en forma de helado moderno, adornado con "supuestos" frutos secos de colores chillones.

Efectivamente, todo lo demás que Bayona ha dirigido tras 'El Orfanato' va de lo pasable a lo deplorable. Pues ya en su día, después de semanas o meses o años tras ver 'Lo Imposible' (2012), de un forma progresiva me fui dando cuenta que la cinta que tanto me había impactado se iba convirtiendo en fragmentos de memoria francamente prescindibles, hasta llegar a día de hoy, en el que estoy convencido de que fue un simple ejercicio de manipulación emocional. De la misma forma que 'Un monstruo viene a verme' también lo es (a parte de previsible); de la misma forma que 'La sociedad de la nieve' también lo es, además teniendo en cuenta que, de una forma similar a 'Lo Imposible', pero aún más acentuado, hay poco "spoiler" que valga al hablar sobre esta producción, ya que cualquier persona mínimamente culturizada (quiero creer que los "Youtubers" brincadores y el incesante bombardeo mediático-tecnológico no ha hecho mella en la mente de las nuevas generaciones) debería saber sobre esta historia. Sé cual es el "target" de este producto, y me resulta vil su enfoque, desde la pre-producción hasta su estreno. Cuatro chillones opinadores pagados, y tantos otros ya un poco trasnochados por el paso de los años, le añaden una subjetivación perniciosa, convirtiendo algo prescindible en imprescindible.

Compararla con el clásico de Frank Marshall 'Alive!', del 1993, es para echarse a reír. Ya no solo porque algunas de las escenas son casi calcadas, aunque se sustituyan los diálogos o los puntos de vista en pro de panfletos insustanciales y meta-reflexiones a lo Bayona... osease, palabras vacías de contenido. Cuanto más chirriante resulta el mensaje, más disfruta el espectador dispuesto a escuchar frases biensonantes. ¿Para que buscarle un sentido a lo que no lo tiene, Bayona? Debatamos sobre el caos, sí, pero no tras ver tu "cine", sino en centenares de producciones anteriores que abordaron el tema con mayor acierto.

Además, el hecho de resarcirse en el morbo gratuito a diferencia de su predecesora, a la que se le podrían atribuir muchos dejes o defectos de la época, como una comicidad desmedida en algunas escenas, una banda sonora demasiado optimista o un sentido de la aventura desmesurado, teniendo en cuenta lo trágico de la situación en realidad acontecida, resulta patético. Pero cuidado, como siempre a tener en cuenta ante cualquier película que rece como 'basado en hechos reales'. En verdad, son estos los detalles que convierten a 'Viven!' en un clásico de los 90, el hecho de que sea, hasta cierto punto, una libre interpretación cinematográfico que dudo que en ningún momento pretenda herir la sensibilidad de las víctimas de la catástrofe. En cambio, el intento (fallido) de la fidelización casi absoluta de Bayona en cuanto a deshumanización, veracidad de los hechos y sucesión de los acontecimientos, solo atiende, repito, a un máximo objetivo, la manipulación emocional del espectador.

A lo que le sucede el siguiente paso lógico: Su innegable "target" es introducirse en el circuito de los premios de turno del año. Dudo que Bayona haya derramado una sola lágrima por ninguno de los miembros de la tripulación del vuelo que acabó en catástrofe (tampoco creo que Frank Marshall lo hiciese en su día, todo sea dicho), de la misma forma que el espectador se debería plantear hasta que punto está dispuesto a que alguien que no siente nada más que el peso de los billetes en su bolsillo pretenda hacerle llorar explicándole historias por las que no siente ningún apego emocional.

Descubrir cual es el próximo proyecto de Bayona es la consecuente reafirmación de lo que acabo de comentar. Imagino que, otra vez, estaremos en las mismas...

Un 2 totalmente merecido, buena técnica al servicio de la nada.

PD: Al no tener nada más que obtener que la satisfacción de un cinéfilo empedernido, me alegro de sobremanera al observar los resultados de los Golden Globe de este año. Creo que han sido suficientemente equitativos, en términos generales. Que, a mi parecer, algunas otras cintas serían dignas de elogio, claro está. Pero todo apunta a lo que cualquier amante del cine cultivado durante años desearía: Que lo cutre y fácil no acabe imponiéndose. 2023 fue un gran año para el cine, Bayona & Co. continuarán siendo un desastre (a no ser que demuestren lo contrario).

La mejor película de Zack Snyder desde su remake de 'Dawn of the Dead' del 2004, que ya es mucho decir teniendo en cuenta lo infumable que es su filmografía, en términos generales. Espero que la cosa no se quede en una mera trilogía y nos deleite con una saga de 15 o más entregas, así se mantiene bien alejado de cualquier adaptación sobre materiales correctos (como '300' de Frank Miller) o excelentes (como 'Watchmen' de Alan Moore).

Bien, voy a analizar brevemente este esperpento que me ha hecho reír a carcajadas durante la mitad de sus forzadas, y siempre obligatorias, escenas en cámara lenta que no vienen a cuento de nada. Así un poco de memoria y consultando rápidamente, por lo menos es la cuarta copia de 'Shichinin no Samurai' de Akira Kurosawa. Las tres anteriores son 'The Magnificent Seven' de los años 60, su remake del 2016, y 'Battle Beyond the Stars' de los años 80. Si a eso le sumamos todas la referencias a lo 'Star Wars', con sables láser incluidos, podemos comprobar nuevamente la falta de ingenio de Snyder para presentar cualquier tipo de producto innovador. Me imagino que es una especie de fotocopiadora biomecánica que cada noche sueña que está jugando una partida de 'Pac-man' infinita. Con esto quiero decir que no se le pueden pedir peras al olmo, menos aún algo talentoso a Zack Snyder.

Destaco también que el antagonista principal sea una mezcla entre un caporal de la gestapo y un drugo de los de 'A Clockwork Orange'. Me imagino a Zack Snyder viendo durante una semana la filmografía de Kubrick y elaborando sutilezas como estas tras no comprender nada de lo que vio.

Al final tanto da, seguramente está bastante forrado y se la pela saber que nunca sabrá hacer otra cosa que copiar. Le deseo una feliz Navidad, y que no desista en este interesante proyecto, a ver si con un poco de fortuna también dirige una serie y así se retira definitivamente de su propósito de arruinar el cine comercial con sus adaptaciones de cómics diversos. Por favor productoras, no le alejéis de su genialidad creativa, que está en auge, algo que todos sus incondicionales seguidores intuimos desde la inigualable 'Sucker Punch': Zack Snyder se necesita a si mismo para llegar a la cima de su carrera y poder retirarse como uno de los grandes.

Un 7 totalmente merecido, gracias Zack por no incorporar temas musicales de Nina Simone o Simon & Garfunkel en tu "space opera". Espero algún tema de Monserrat Caballé o de Plácido Domingo en la segunda entrega.

Una mala película se define por si misma cuando no sabe que diantres está contando, y aún más cuando casi todo se resume a un meme constante... Otra de esas modas contemporáneas con las que nunca llegaré a congeniar al 100%. Lastimosamente, la magnífica trilogía del Señor de los Anillos de Peter Jackson marcó un antes y un después en cuanto a lo que personalmente podría bautizar como "El inmenso latrocinio cinematográfico-cultural provocado por el fenómeno fan". Esta película resulta entretenida hasta la primera hora de su excesivo metraje (no hay nada que no haya sido contado anteriormente y mejor); luego se dispersa en una especie de estúpida orgía, en la que se malmete o se ve comprometido el criterio de cualquier aficionado al cine que prefiere que perdure la calidad a la cantidad. Por lo tanto, no destaca más que en lo técnico, y hasta sobra decir que si no gastan más dinero en guiones elaborados no es porque no puedan contar con mejores creadores, sino porque las grandes compañías prefieren llegar a todo el público a cualquier precio. Hasta vendiendo ideas contradictorias en sus propias producciones. Estoy generalizando, evidentemente no siempre es así y hay material altamente disfrutable en otros 'blockbusters'.

Repito, muy lamentablemente, la decadencia de cine empezó con el fenómeno fan. Y a medida que los grandes directores se despidan de nosotros, solo nos quedarán productos vacíos como esta infame película. O espero equivocarme.

Destacable pensar: ¿Qué hubiese sucedido si con esta técnica se hubiese explicado una buena historia? Nunca lo sabremos, y tal vez tampoco merezca la pena plantearlo.