Una auténtica joya cinematográfica. La factoría Pixar aprehende el lema de su "padre" Disney en el cual por cada sonrisa debe haber una lágrima. Posee unos personajes maravillosos y un ritmo trepidante que enganchan desde el primer momento.
Intelectualmente posee varios niveles de lectura, de ahí que guste a grandes y pequeños. Un gran clásico que recomiendo para cada día.

Jarinko Chie es una película dirigida por Isao Takahata en 1981. Está basada en un manga muy popular creado por Etsumi Haruki. La historia trata sobre una niña de 10 años llamada Takemoto Chie, "la niña más desafortunada de Japón", que se encarga de un pequeño restaurante de su familia ya que su padre -un yakuza desempleado- y su madre, se han separado. La historia se desarrolla en Osaka, lugar con una cultura totalmente distinta a la de Tokio. Después del éxito de la película, se creo una serie de televisión, en la cual Takahata trabajó como director.

Película entrañable, de redención, donde bajo la infantil y simple apariencia de los dibujos se pincela la caída de los valores humanos de una decadente civilización occidental de finales de siglo XX.
Con un humor peculiar- me recordó la fina ironía y el sarcasmo de Mis vecinos los Yamada- revela su gran humildad con esta pequeña joya. Takahata es un romántico, como los grandes artesanos de cine clásico.

Cine para ver en familia, donde, creo, los adultos saldrán más satisfechos que los peques.

Recomiendo ver este film dejando a un lado prejuicios ideológicos. Me parece que hoy en día la mayoría reconoce el "Triunfo de la voluntad" de Leni Riefenstahl como una obra de arte a pesar de lanzarnos propaganda nazi (recomiendo leer las críticas de este título). El propio Buñuel admiraba este film durante su paso por el MOMA de Nueva York.

Reconozco que las mentalidades de la élite del poder norteamericano son como los persas de esta película y no por esto voy a dejar de volver a verla. Es una interesante película para realizar un estudio sobre la sociedad que la produjo.

Los valores que impregnan la película son el coraje, la lealtad y la lucha por unos ideales que sácandolos del contexto filmico y aplicándolos a cualquier ideología política que gusten sus devotos son muy positivos. Creo recordar que las revoluciones se hicieron con sangre y gracias al valor de muchos que cayeron en el campo de batalla como un Leónidas qualquiera conseguimos algunas pequeñas victorias. Si no que pregunten a los burgueses de la Revolución Francesa si no les funcionó, a pesar de contar con la imprescindible ayuda del pueblo para después someterlo... pero ya entramos en la Historia y son tierras movedizas.

En fin esta magnífica adaptación del cómic de Frank Miller contiene en sus imágenes una fuerza desbordante. Pura épica, contiene una de las mejores batallas de la Historia del Cine. Plasticamente excelente y de ritmo trepidante cumple muy bien su cometido: puro entretenimiento. Aunque: ¡¿Resultará que es un film neorrealista?!, pues me está haciendo dudar por la polémica suscitada y las cientos de reflexiones de los compañeros cinéfilos.

Como dice uno de los entrañables parroquianos de taberna fordianos: ¡esto es homérico!