Penélope sigue esperando a su amor. Por su puesto no es la misma Pénelope de la antigüedad, pero sí es la infinitas Penélopes que le sucedieron y que le precedieron. La de toda mujer, y hombre también, que espera incansablemente la vuelta, improbable, de su amor-
María, por caso en este film, espera a su marido que también fue a la guerra, pero estamos en la de 1940.
También ella teje y desteje, pero en este caso pseudoromances que no concreta, pero que son parte de su espera, instrumentos quizá, su tela que no acaba...
Es en esta repetición del mito de Ulises como se nos muestra el tiempo circular, el eterno retorno, la repetición como variaciones "sinfónicas". El sustrato permanece: El mar (el mismo mar Mediterráneo ), el amor, la guerra, la espera infinita, casi todo es igual con milenios de distancia.
( Borges dijo en Emma Zunz " La historia era increíble, en efecto, pero se impuso a todos, porque sustancialmente era cierta. Verdadero era el tono de Emma Zunz, verdadero el pudor, verdadero el odio. Verdadero también era el ultraje que había padecido; sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios.")
El tiempo no pasa, pasamos nosotros y tomamos el relevo de quienes nos sucedieron, y entonces amamos igual y vamos a la guerra igual y la esperanza y la desesperación es igual.Y María o Penélope o quien sea seguirá allí
esperando su amor, y las guerras se sucederán y los amores y los odios y todo será distinto pero igual.

Serie entrañable, nos da una postal perfecta del siglo XXI, al menos de occidente. No hay maniqueísmos, las cosa pueden ser vistas distinto desde donde se mire o desde donde uno esté concernido, y eso es enriquecedor. No hay respuestas inequívocas, solo caras y contracaras, tal vez tengan razón todos.
Es el devenir de la vida en sí, en este caso bajo la mirada de padres, madres, parejas (hetero y homo) hijos, hermanos, medios hermanos, ex parejas, parejas de sus ex parejas etc., todos intercalados con la vida de los otros en un abanico enorme y creíble de situaciones.Sí, un laberíntico rompecabezas.
Es un gran espejo turbio en donde, de tanto en tanto, nos vemos identificados, (sí, esto me pasó pensaras en más de un momento).
Es una comedia y es un drama porque como ya sabemos, la felicidad y la infelicidad, proviene de las mismas cosas y porque nos interpela con preguntas que no tienen respuesta.
“Toda similitud con nuestra vida personal, es mera coincidencia” por eso es digna de ser saboreada.

¿Es posible modificar el pasado?
Antes de ver esta serie habría contestado como el común de los mortales, al menos de los racionalistas, que no.
Ahora contesto " no lo sé".
Claro que en sentido estricto , el pasado es inmodificable, pero en cambio sí lo es en cuanto ha sus consecuencias en el presente, en cuanto historia para ser contada. Y esa es la tarea de Grace, contar la historia como una pieza musical con sus muchas variaciones. Así intentará cambiar el presente, el de convicta de por vida , nada menos!
Así brindará las versiones que más se ajusten a los deseos de sus diferentes interlocutores. Así será varias Grace en una , pero no como un fenómeno paranormal , sino como una mente sagaz puesta al servicio de la supervivencia. Entreteje sus historias como teje infinidad de acolchados en sus días de prisión hechos justamente de retazos (a nadie se le escapará la metáfora simbólica )
Recuerdo en este punto la/ las protagonista/as de Buñuel en "ese obscuro objeto del deseo".
De igual forma Grace puede ser dulce , pura y angelical, o cruel despiadada y manipuladora. , por que ya fue dicho, " no existen hechos , sino interpretaciones de los hechos"
Pero entonces ¿cuál es la verdadera Grace? Bueno , justamente esa , la de distintas apariencias , la que desde la frágil situación de convicta se agiganta para trastornar la mente de varios, médicos, pretendientes , abogados , y otros "honorables" y fuertes.
Se dice que historia real nunca se conoce por que la historia la cuentan sólo los vencedores. Aquí la vencedora es Grace, por eso nunca sabremos la verdad.

Excelente trama de complicaciones crecientes, como un efecto dominó donde cada acción incorrecta, en vez de solucionar un problema heredado, lo complica y potencia.
Donde los integrantes más estrictos en su proceder moral se van viendo obligados por las circunstancias a actuar contra sus principios (qué dilema ético, tan bien plasmado en la serie).

Actuaciones donde cada integrante de una misma familia presenta un perfil particular, enriquecedor por otra parte, he aquí el valor de las estupendas interpretaciones, y aún así deben unir fuerzas y dejar las diferencias para salvar el todo, esto es la familia, la empresa y el honor.
Lo que parece una simple historia familiar se transforma lentamente en un thriller original, potente y contundente.

Fantástico como se entremezclan los ingredientes: amor, accionar de la mafia, investigación judicial, crimen, religión, dinero, deber moral, en una alquimia perfecta.
Para no perdérsela.

Es el año 1700 y tanto. Es el palacio donde la reina Ana Estuardo (y sus ministro y consejeros) deciden los destinos de Inglaterra.
Es en especial sobre la continuidad o no de la guerra contra Francia. Inglaterra tiene una posición tomada que la favorece, el dilema es detenerse allí o seguir avanzando, esto último a costa de la vida de muchos hombres y de mucho dinero. Hay ministros que se oponen y otros que alientan los oídos de la reina para que siga la guerra.
Pero todo esto, paradójicamente, es lo que menos importa, porque en este film es la guerra de, parafraseando al director Edgardo Cozarinsky, de una sola mujer.
Y esa mujer es una antigua noble, devenida en sirviente, pero que no pierde en su fuero íntimo su estatus perdido y está dispuesta a todo por recuperarlo y con creces…
Así, con sus armas que son la sutileza y la perspicacia pasará de lavar platos en el palacio donde ha llegado recientemente a ganarse el favor de la reina. Esto a costa de desplazar a la sempiterna consejera al punto de lograr que la expulsen para ganar ese lugar de privilegio.
Claro que esto no ha sido gratuito, todo se puso en juego en pos de ese triunfo.
¿De veras crees que has ganado? Le dice la antigua confidente de la reina a la nueva y triunfante : Pregunta sin sentido cuando vemos que ese triunfo es categórico, pero la respuesta viene al final, ha sido en verdad un triunfo pírrico, y no es casual que así sea en una película dirigida por un griego como lo fue Pirro y su frase famosa: Ha ganado la batalla pero perdió la guerra.
En verdad va más allá : Nadie ha ganado, y así lo muestra el final en la desolación de las tres mujeres en disputa: la reina, su antigua amiga y consejera y su actual favorita, quien con su rostro final parece decirnos “llegue a la cima! …y ahora… qué? ”
Existencialismo puro.