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Críticas de Dick_Laurent
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
9
15 de junio de 2005
87 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es seguro que los que entráis a leer los textos publicados en esta web no tenéis prejuicios sobre ningún tipo de cine determinado. En todo caso os gustará más un género que otro, u os sentiréis más afines a una época que a otra, pero espero que de antemano no le pongáis la etiqueta de trasnochada o aburrida a una película por haberse rodado hace sesenta años. Los que conozcáis El limpiabotas sabréis por qué lo digo, los que no, por favor, igualdad de oportunidades para todos.

Esta obra pertenece al Neorrealismo, como sabéis, un movimiento cinematográfico surgido en Italia al término de la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto bélico arrasó gran parte de Europa, arruinando ciudades enteras. Italia fue uno de los países más afectados. No ajenos a lo que estaban viendo, varios cineastas salieron a la calle a filmar todo cuanto acontecía. Entre ellos, a destacar, Roberto Rossellini, Vittorio de Sica y Luchino Visconti.

Es posible que sean más conocidas las películas que hizo Rossellini, que se tienda a asociar el Neorrealismo italiano a su nombre. Se ha dicho de él que su cámara no filmaba historias, sino que miraba la realidad. Sus películas son un testimonio que nos sirve para entender hoy la situación que se vivió entonces. Roma ciudad abierta y Alemania año cero tienen mucho de documental, muestran unas ciudades derruidas y militarizadas, ponen énfasis en mostrar las consecuencias materiales de la guerra mediante frecuentes planos generales de situación.

En cambio, el cine de Vittorio de Sica está más humanizado. Ha tratado los temas críticos de la estructura social: el huérfano en El limpiabotas (1946), el parado en Ladrón de bicicletas (1948) y el jubilado en Umberto D. (1952). Su cine nos muestra las consecuencias de la guerra en las personas: la miseria, la desigualdad, la injusticia y la insolidaridad en las clases populares, desde una perspectiva cercana y palpable. De Sica nos hace sentir la tragedia que viven sus personajes, algo que Rossellini no consigue de la misma forma, o puede que no haya sido ese su propósito.

Hablando acerca de El limpiabotas, se trata de una película completamente moderna —fijaos en el travelling inicial—, dotada de un fresco ritmo narrativo gracias a su ágil guión (escrito por Cesare Zavattini). La música juega un papel fundamental, pues imprime una carga de emotividad a la historia que, unida a lo trágico de su argumento, nos hará pasar de la alegría a la tristeza con facilidad.

Me conmueve la bondad de los chicos y su leal amistad, me indigna la crueldad que les depara el destino. Es una película desesperanzadora, verla me provoca melancolía y tristeza. Uno se siente tan desamparado como sus protagonistas. Representa un cine comprometido, denunciador de las injusticias y la discriminación. Este poético cuento infantil es cine con mayúsculas, películas como esta ya no se hacen. Contribuirá sin duda a alimentar vuestro amor por esta afición.
Dick_Laurent
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7
12 de febrero de 2007
66 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dead Ringers, traducida en España como Inseparables, es para muchos la obra maestra de David Cronenberg. El canadiense, director de culto, realizó en la década de los 80 una serie de películas de bajo presupuesto, llegando algunas de ellas a ser consideradas clásicos del género, como La mosca.

Cronenberg se aleja esta vez de sus últimas series B, se desmarca de las etiquetas que le fueron colgadas, y firma una escalofriante radiografía acerca de las bajezas y perversiones de la mente humana. Contando esta vez con un actor de gran nivel, y rodando de una manera más clásica, más efectiva y menos efectista. El hecho de caer en menos excesos de los que nos tenía acostumbrados le ayudó a convencer a la crítica que antes le denostaba. Como os decía, el protagonista de la cinta es uno de los intérpretes más solventes del panorama actual. Jeremy Irons da vida a los gemelos, en el mejor papel que jamás se le ha visto, a mi juicio.

Ambos personajes están trabajados admirablemente por Irons, de forma que, sólo observando el gesto de su cara o su forma de andar, podemos ya identificar de qué gemelo se trata. Elliot mira fijamente y camina de forma decidida; Beverly anda siempre con la mirada perdida, y suele vacilar en sus movimientos. Irons está fantástico.

Dos cosas más destacaría en esta película: su construcción narrativa y su atmósfera.

La primera secuencia, mostrando a los gemelos en su infancia, nos prepara el cuerpo para futuros desvaríos. A continuación, Cronenberg nos muestra la exitosa trayectoria de los médicos, digamos su brillante faceta pública. Más adelante, nos insinúa un incipiente lado oscuro, que se confirma poco a poco ante nuestra atónita mirada, y que se desboca en una espiral de locura y autodestrucción.

Cada escena es desencadenante de la siguiente, el director se muestra contenido para variar, y todo acontece a su debido tiempo. El desarrollo de la trama es adecuado, con un incremento progresivo de la angustia, la tensión narrativa y el ambiente irrespirable.

En cuanto a la atmósfera de la historia, Cronenberg sabe plasmar una vez más su personal modo de filmar. Sin duda, es otro de esos cineastas con universo propio. Es meritorio esto, pues denota que su cine no pierde la esencia, a pesar de no incluir sus habituales efectos gore, como comentábamos.

Así, a lo largo de su metraje, la película va desarrollando un clima asfixiante que termina por atrapar al espectador. Animaros a pasar un rato desagradable, en el buen sentido. Os advierto que yo estuve un par de horas revolviéndome en el sillón…
Dick_Laurent
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10
12 de febrero de 2007
47 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
La que nos ocupa no será una historia más del Bronx: esta será un clásico. Bien dirigida, bien ambientada, grandes actores, grandes canciones.

Bien dirigida por Robert de Niro, sin los titubeos y la inexperiencia que habrían de esperarse de un novato detrás de la cámara.

Potente historia de Chazz Palminteri –este tipo habría sido gángster en otra vida–, que escribió el guión basándose en su propia obra teatral.

De Niro y Palminteri dan vida a dos hombres que coexisten en el turbulento barrio de Nueva York en los años 60. Enfrentados por la educación de un joven, un hombre vive en el barrio; el otro lo posee.

Es muy interesante la invitación a que reflexionemos sobre las diferentes mentalidades de un hombre que mira por su familia por encima de todo, que huye de cualquier cosa que pueda significar un problema, y la de otro que ha vivido en la calle y que prefiere que le tengan miedo a que le quieran.

¿Es Sonny bueno o malo ? En realidad, ¿qué alternativas tiene? ¿Qué educación preferiríais recibir vosotros? Sin obviar que se trata de un criminal con pocos escrúpulos, todo lo que le dice a C. me es tan válido como las enseñanzas de su padre. En un entorno difícil, incluso más.

Pero recordad lo que dice el tío Bob: no hay nada más triste en la vida que el talento malgastado.
Dick_Laurent
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10
16 de febrero de 2007
36 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haber trabajado como actor secundario durante veinticinco años, bajo las órdenes de tipos como Woody Allen o Mike Nichols, entre otros, ha dejado tiempo a Rob Reiner para alcanzar su techo como cineasta en 1987, año en que rodó La princesa prometida. Entre las películas que pasaron por mi infancia, siempre recordaré La princesa prometida con un cariño especial. En estos días, al volverla a ver, me he propuesto descubrir si hay buen cine en ella, o si mi fascinación se debe a que la miro con los ojos aún encandilados del niño que fui. A juzgar por la forma en que comienza la historia, parece que empalaga, pero en realidad acaba por hipnotizarme.

Alejándose de las tendencias amorales del cine actual, esta aventura medieval ensalza las virtudes de los seres humanos, es una historia habitada por personas íntegras y honestas.

Sus personajes son inolvidables: el hombre de negro encarna la valentía y la humildad; Íñigo es tenaz y justo; Fezzik une a su desproporcionado cuerpo una sensibilidad entrañable; y la princesa Buttercup es dueña de un corazón incansable si se trata de amar.

En el guión escrito por William Goldman – basándose en su propio libro – encontramos algunos momentos antológicos, perlas en forma de diálogos inolvidables (“Hola, me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir”).

La fotografía de Adrian Biddle, ejecutada con mimo y buen gusto, y los acordes de la guitarra de Mark Knopfler, completan un producto repleto de encanto.

El combate a espada entre Cary Elwes y Mandy Patinkin, unido al brillante intercambio de diálogos previo, ha pasado a la historia del cine.

Íñigo Montoya perdurará para siempre en mi memoria. Estamos, en mi opinión, ante un personaje mítico, imborrable al paso de los años. Dando vida a la leal Buttercup pudimos ver, por vez primera en una pantalla, a Robin Wright ( la Jenny de Forrest Gump ), posteriormente casada con Sean Penn. Es una pena que la prometedora interpretación de Cary Elwes no se haya visto consolidada en ninguna de sus apariciones posteriores. Pese a que recientemente lo hemos visto protagonizando el claustrofóbico thriller titulado Saw, nunca interpretó un papel a la altura de Westley.

En La princesa prometida, el romanticismo vence a la frivolidad, la valentía triunfa sobre la cobardía, el amor prima sobre el odio, y la humildad se antepone a la soberbia. Un hecho representativo de su elegancia y corte clásico es que los malos no mueren: o bien se unen al bando de los buenos, o simplemente son escarmentados.

En fin, una peli que os aportará muchas cosas, os hará pasar un rato muy entretenido, y saciará vuestro apetito cinéfilo.
Dick_Laurent
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8
12 de febrero de 2007
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia un tanto negra y sobria también, pero con una temática totalmente distinta. Los personajes y sus relaciones personales acaparan todo el protagonismo. El guión dibuja a la perfección sus caracteres, los hace veraces.

El mayor mérito de Urbizu es conseguir ponernos un nudo en la garganta, sólo con el lento pero inexorable desarrollo de la trama. Intuyes lo que puede estar pasando, pero no sabes cómo va a acabar…

Es una película que merece mucho la pena, con un final realmente bonito, emocionante e imprevisible. Estamos dispuestos a esperar si lo próximo que hace es igual de bueno, señor Urbizu.
Dick_Laurent
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