Dios los cría (1991)

Ángel es un joven que vive con su madre y tiene serias inclinaciones homosexuales. Sin embargo, conocerá a una prostituta, Mirna y pretenderá que se vaya a vivir con ellos para formar una especie de familia.


Esta película fue realizada en 1991 por Aries Cinematográfica Argentina (creada por Fernando Ayala y Héctor Olivera) que fue la productora líder de los años 70 y 80 produciendo las de Alberto Olmedo y Jorge Porcel (gracias a estos dos grandes cómicos me enamore del cine) y otros clásicos más. Pero en los 90 perdieron protagonismo pero con producciones destacables como El Caso María Soledad y Una Sombra Ya Pronto Serás.

Fernando Ayala (El Profesor Hippie, Plata Dulce, Pasajeros De Una Pesadilla, entre otros títulos) dirige una película muy distinta o rara me atrevería a decir.

El en sus producciones siempre plasmaba una crítica de cualquier tema. A veces hacia películas comunes o comerciales (Hotel Alojamiento, Abierto Día Y Noche).

En este caso, tiene un argumento simple, que escribió junto a Ricardo Talesnik (escribieron la clásica LA FIACA), pero le meten algo de realidad, por ejemplo el tema de la homosexualidad. Esta fue la última película dirigida por Ayala aunque después siguió produciendo. Murió en 1997.

Dicho y hecho, me gusto, dura una hora y veinte minutos, no te aburrís. Como comedia funciona pero me atrevería a decir que es más drama. Las actuaciones son excelentes.

Hugo Soto (su anteúltima película, murió en 1994) es muy creíble como un hombre que es un poco raro, una persona distinta.

China Zorrilla en cada película que hizo realiza un papel increíble, aquí como la madre de Ángel. Llore en una escena.

Soledad Silveyra es excelente como una prostituta que de día cuida a su hijo y que de a poco se enamora de verdad. La química que tienen Soto y Silveyra es increíble.

Después los demás actores están bien. Pero hay algunas sorpresas, por ejemplo las actuaciones de Mauricio Bruno y Hugo Grosso como Quique, el hijo de Mirna y Pamela respectivamente.

Me encanto el personaje de Quique, por ejemplo cuando le hace firmar a Ángel un papel por poco lloro.

Hugo Grosso como Pamela me resulto muy creíble, pensé que era mujer todo el tiempo.

Como dato curioso, en una escena brevemente aparece una joven Inés Estévez haciendo de prostituta. Ahora esta coprotagonizando la miniserie El Maestro con Julio Chávez.

Pero lo mejor de la cinta es la música de Jorge López Ruiz. Es tan memorable, tan pegadiza, tan noventera que te dan ganas de tenerla en el celular. Escúchenla, es muy buena.


En resumen, la película es buena, tiene buenas actuaciones, un guion simple pero interesante, música excelente. No es para todos los públicos (apta para mayores de 16 años) pero tienes una buena experiencia. Es una producción para ver de vuelta, la verdad.

Nota: 10/10
Verde, Pulgar Arriba.

A finales de la década de los 80, tras el fallecimiento del gran Alberto Olmedo, la Aries cinematográfica entró en una étapa de decadencia de la que ya nunca saldría. Ante ese panorama uno de sus padres fundadores, Fernando Ayala (un destacado director argentino que conoció tiempos mejores), dirigió esta película que parece querer dialogar con el trabajo del por aquel entonces ascendente Pedro Almódovar. En ella, un hombre (Hugo Soto), homosexual reprimido, que vive con su madre (China Zorrilla) entabla un vínculo sentimental con una prostituta (Soledad Silveyra) y el hijo de ésta, ante la mirada impiadosa de los vecinos. El resultado es una película muy entretenida, a lo que ayuda su corta duración, pero con cierto aire televisivo y marcados inconvenientes para desarrollar a los personajes y sus relaciones. Todavía más insatisfactorios resultan algunos apuntes humorísticos, en partícular aquellos que tienen que ver con el personaje de China Zorrilla en la segunda parte de la pelí, en escenas francamente prescindibles. Pero también hay momentos bonitos, como varias de las escenas del protagonista con el niño, y momentos curiosos, cómo todas las escenas "Almodovarianas". El final también es aceptable
Entre los intérpretes, Soto nunca igualó el papel que le dió la fama en "Hombre mirando al sudeste" pero aquí, sin brillar, tiene un personaje que le queda a medida. Solita Silveyra siempre fue una carismática pero limitada actriz, y en este caso se nota más lo segundo. El papel de China Zorrilla es similar al que la uruguaya repitió en varias actuaciones posteriores, en productos de distinta calidad. Aquí le alcanza con su oficio para dotar de energía a su personaje. Del resto del reparto, sólo el niño y el amigo travesti del protagonista tienen minutos considerables en cámara, sin deslumbrar pero cumpliendo aceptablemente.
Desconozco si Ayala, en su último trábajo, intento colgarse del éxito de Álmodovar. En cualquier caso, la película pasó desapercibida (en eso también puede influir la difícil situación del país en aquellos tiempos de 1991) recibió críticas negativas y a día de hoy es más bien desconocida para el gran público.

Saludos.