- Sinopsis
- Sicilia, años cincuenta. El pícaro Joe Morelli, con su obsoleta cámara Ascania a cuestas, asegura que es capaz de hacer realidad los sueños de cualquiera que aspire a ser una estrella de cine. Con el pretexto de descubrir nuevas caras para una película, llega a un pueblecito y exige a los ingenuos lugareños 1.500 liras por hacer realidad sus sueños. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Años 50 Cine dentro del cine
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1995 / Italia
- Título original:
- L'uomo delle stelle
- Duración
- 120 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
"Podría haber sido una excelente película (...) a pesar de sus fallos, contiene excelentes momentos"
Javier Rioyo
[Cinemanía]
Drama y metacine
10 de octubre de 2006
Siempre se agradece la incursión de una que otra película en el complejo mundo del metacine, ya sea desde el atribulado subconsciente del director (8 1/2 de Fellini), del guionista (el ladrón de orquídeas) o incluso del sonidista (Historia de Lisboa, de Won Wenders).
En este caso, la ilusión cinematográfica (ya trabajada en Cinema Paradiso) se centra en una cruel historia de mentiras e ignorancia: un hombre recorre los pueblos más pobres de Sicilia ofreciendo a sus habitantes la posibilidad deconvertirse en estrellas de Hollywood mediante un rudimentario casting, por el cual cobra una módica suma.
Más allá de la censura moral de lucrar a costa del candor de personas pobres, lo que rezuma este film es la ilusión cinematográfica, ese contraste entre la fantasía del celuloide y la cruda realidad (algo similar, aunque en otra dimensión, a lo que sucede en "Bailarina en la obscuridad").
Es un film muy a la italiana, donde no falta el humor, el sexo, el drama, la historia de amor, la tragedia.
En este caso, la ilusión cinematográfica (ya trabajada en Cinema Paradiso) se centra en una cruel historia de mentiras e ignorancia: un hombre recorre los pueblos más pobres de Sicilia ofreciendo a sus habitantes la posibilidad deconvertirse en estrellas de Hollywood mediante un rudimentario casting, por el cual cobra una módica suma.
Más allá de la censura moral de lucrar a costa del candor de personas pobres, lo que rezuma este film es la ilusión cinematográfica, ese contraste entre la fantasía del celuloide y la cruda realidad (algo similar, aunque en otra dimensión, a lo que sucede en "Bailarina en la obscuridad").
Es un film muy a la italiana, donde no falta el humor, el sexo, el drama, la historia de amor, la tragedia.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fabricante de sueños
3 de mayo de 2013
Giuseppe Tornatore nos entrega un film costumbrista no exento del lirismo y la melancolía que caracteriza el grueso de su obra.
En esta película rodada en el sur de Italia, en las regiones de Basilicata y Sicilia (donde nació Tornatore) el director se inspira claramente y demuestra su admiración por otros dos clásicos absolutos de la historia del cine italiano: "La Strada" (1954) y "Almas sin conciencia" ("Il Bidone", 1955) ambas del gran genio italiano Federico Fellini.
Aquí nos encontramos con un pícaro oportunista llamado Joe Morelli (correcto Sergio Castellito), que va con su camioneta y su vieja cámara surcando los pueblos del sur de Italia haciendo creer a los lugareños que está realizando un casting en busca de nuevas "estrellas" para el rodaje de una película, y así usurparles a cada uno 1.500 liras (un dinero en aquellos tiempos) por prueba realizada.
En uno de sus viajes conoce a una tímida pueblerina (Tiziana Lodato) y ésta ante tal panorama de desolación en su pueblo y en su ansia por convertirse en estrella a toda costa, decide acompañar a nuestro protagonista en su periplo con todas las consecuencias. Esta idea argumental de la chica y su énfasis por acompañar a Joe es claramente deudora del antes mencionado film de Fellini "La Strada".
El desfile de personajes y situaciones que se suceden a lo largo del metraje son bastante cómicos y pintorescos, y el director sabe utilizarlos muy adecuadamente.
Especialmente destacable la aparición del mítico Leopoldo Trieste ("Los Inútiles" 1953, "El Padrino II" 1974, "El Nombre de la Rosa" (1986) o "Cinema Paradiso" 1988, entre otros títulos) como uno de los ingenuos que se presenta al casting. Por este papel fue galardonado como mejor actor secundario en los Premios David de Donatello que entrega anualmente la Academia
de Cine Italiano.
También es justo mencionar la mágica y emotiva banda sonora a cargo del gran Ennio Morricone, que lleva colaborando con el director desde que realizase la partitura de "Cinema Paradiso" en 1988.
A pesar de su argumento algo repetitivo y circular, nos encontramos ante una obra muy recomendable y con secuencias memorables.
En esta película rodada en el sur de Italia, en las regiones de Basilicata y Sicilia (donde nació Tornatore) el director se inspira claramente y demuestra su admiración por otros dos clásicos absolutos de la historia del cine italiano: "La Strada" (1954) y "Almas sin conciencia" ("Il Bidone", 1955) ambas del gran genio italiano Federico Fellini.
Aquí nos encontramos con un pícaro oportunista llamado Joe Morelli (correcto Sergio Castellito), que va con su camioneta y su vieja cámara surcando los pueblos del sur de Italia haciendo creer a los lugareños que está realizando un casting en busca de nuevas "estrellas" para el rodaje de una película, y así usurparles a cada uno 1.500 liras (un dinero en aquellos tiempos) por prueba realizada.
En uno de sus viajes conoce a una tímida pueblerina (Tiziana Lodato) y ésta ante tal panorama de desolación en su pueblo y en su ansia por convertirse en estrella a toda costa, decide acompañar a nuestro protagonista en su periplo con todas las consecuencias. Esta idea argumental de la chica y su énfasis por acompañar a Joe es claramente deudora del antes mencionado film de Fellini "La Strada".
El desfile de personajes y situaciones que se suceden a lo largo del metraje son bastante cómicos y pintorescos, y el director sabe utilizarlos muy adecuadamente.
Especialmente destacable la aparición del mítico Leopoldo Trieste ("Los Inútiles" 1953, "El Padrino II" 1974, "El Nombre de la Rosa" (1986) o "Cinema Paradiso" 1988, entre otros títulos) como uno de los ingenuos que se presenta al casting. Por este papel fue galardonado como mejor actor secundario en los Premios David de Donatello que entrega anualmente la Academia
de Cine Italiano.
También es justo mencionar la mágica y emotiva banda sonora a cargo del gran Ennio Morricone, que lleva colaborando con el director desde que realizase la partitura de "Cinema Paradiso" en 1988.
A pesar de su argumento algo repetitivo y circular, nos encontramos ante una obra muy recomendable y con secuencias memorables.
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