El favor (1965)

En esta comedia romántica Hudson interpreta a Paul Chadwick, un mujeriego cuyo éxito con el sexo opuesto es arrollador. Michel Boullard (Charles Boyer) no tarda en darse cuenta de ello, por lo que solicita su ayuda para dar un "escarmiento" a su hija Lauren (Leslie Caron), una treintañera soltera más preocupada por su carrera profesional que por crear una familia, algo que él considera inaceptable (sic).

La trama cuenta con los consiguientes enredos propios de este tipo de producciones, sin embargo, vista con perspectiva, el leitmotiv de la misma resulta tan grotesco como políticamente incorrecto, algo que podemos comprobar tanto en el personaje del padre de ella como en el tono machista que destila la cinta. Por ello pienso que resulta más disfrutable si no nos tomamos su argumento demasiado a pecho. Al fin y al cabo se trata de una comedia.

Las interpretaciones son buenas, especialmente la que ofrece Hudson, todo un experto en la comedia romántica. Sin embargo, aunque su química con Caron es buena (sus réplicas son lo mejor de la película), lo cierto es que no está a la altura de las obtenidas con otras compañeras de reparto. Además, no todos los gags funcionan igual de bien. Estos pequeños fallos hacen que estemos ante una de las incursiones menos satisfactorias de Hudson en el género, lo cual no impide que la película se deje ver con agrado.

Paul Chadwick, es el tipo de hombre que, empresas y particulares reclaman para que, con sus especiales estratagemas (una alta figura, un rostro muy apuesto y una gran fama de seductor irresistible), intervenga en los casos críticos que se les presentan ante los tribunales. Cuando acaba de ganar su último litigio seduciendo a la linda juez que llevó el caso, el abogado de la contraparte, Michel Boullard, en vez de guardarle rencor, siente que es el hombre que necesita para aleccionar a su hija Lauren, una psicóloga que bordea los treinta años y todavía no da muestras de dar el sí en el altar.

Lo que comienza, entonces, es la ya eterna guerra de sexos que, muy especialmente en los años ‘60 del siglo XX, abogó por la liberación de la mujer del yugo machista que, por tantos años, ha favorecido que las mujeres lleven los cuernos y los hombres la vanagloria. En el caso que nos ocupa, el triunfo del hombre pareciera asegurado… pero, ya veremos si la mujer sabe ser Mujer o será tan sumisa y tonta como las que la precedieron en la vida del irresistible galán.

Del mismo escritor que ya nos diera las inolvidables, “Pillow talk”, “Come September” y “Lover Comeback”, entre otros celebrados títulos, se nos ofrece aquí otra fresca y picaresca historia, donde el hombre y la mujer lucharán a brazo partido para demostrar, él, su necio afán de supremacía, y ella, su carácter para no ser utilizada.

Un puñado de especiales personajes, que dan perfecta cuenta de la pluralidad de caracteres que vemos en nuestra sociedad, se van a juntar aquí para ofrecernos la ocasión de sopesar a quien nos asemejamos más y cuál es la suerte de camino que, llegado nuestro momento, deberíamos seguir.

Junto a la pareja protagonista, tenemos al suegro que se cree en la necesidad de elegir el hombre para su hija; el novio que ‘entiende’ (¿?) que a la novia jamás se la debe contradecir; la suegra que, sin querer queriendo, terminará ‘sabiendo’ de su futura nuera mucho más de lo que imaginara… y otra suerte de individuos que nos ayudarán a pasar un rato muy divertido, sin eludir, por supuesto, el serio propósito que, Stanley Shapiro y su colaboradora Nate Monaster, definieron para su historia.

Una vez más, el director Michael Gordon, demuestra su pulso para hacer una comedia ágil, bien actuada y con una satisfactoria puesta en escena, y así, la película nos asegura un cuento muy atractivo del que se sale realmente satisfecho.

Rock Hudson, cumple a cabalidad con un rol que, en mucho, se asemeja a su propia vida; Leslie Caron, es la clase de profesional que no puede llamarse una presa fácil; y Charles Boyer, hará muy bien lo suyo para asegurar la felicidad de su hija.

…y muchas otras mujeres llegarán a este mundo que tendrán que decidir, si van a vivir como objetos de los hombres o como seres libres capaces de elegir con criterio y dignidad.

Título para Latinoamérica: <<UN FAVOR MUY ESPECIAL>>