Camino hacia el terror 2: Final mortal (2007)

Estoy preocupado, es la primera vez que me aburro viendo una peli de caníbales a la caza de jóvenes guapos y desorientados. No sé si es que me estoy haciendo viejo o es que realmente el film de Lynch no vale una mierda. Tampoco se lo pone fácil, he de decir: se abre con una secuencia que incluye uno de los hachazos más bestias y memorables de la historia del cine, antológico en su contundencia y creatividad. Con este antecedente es normal que el resto de muertes (todas dignísimas y dolorosas) queden algo sosas por comparación. Pero el problema no es ese, el problema radica en el propio guión, por una parte, y en su factura videoclubera por la otra. El guión no exprime lo suficiente su premisa argumental (reality de supervivencia superado por las circunstancias) y se atasca en golpes de humor chusco, ideas de manual y un diseño de personajes previsible. Entre muerte y muerte no hay verdadera tensión, y eso se nota, al igual que los calcos y robos a escenas de otras películas, algo que ya canta y mucho.

En cuanto a su factura, carece de un buen director de fotografía que resalte lo inquietante que puede ser un bosque aún a plena luz del día, por ejemplo. Sumemos a esto que Lynch es un mandao con mucha serie B a sus espaldas pero poco talento. Se esmera en encuadrar con cierto estilo y originalidad (se agradece), pero en las escenas de acción se le ve el plumero: un montaje anodinamente veloz y una incapacidad evidente para generar ritmo y sensación de peligro es lo que predomina, algo especialemente palpable en las escenas presumiblemente más tensas del conjunto (las huidas, etc.). El otro asidero al que me suelo acoger, el sexo, sólo asome el hocico una vez, sin demasiada clase pero poniéndole ganas de pajillero cumplidor: ya sabéis, no existen los desnudos gratuitos. El resto ni fu ni fa: tontolabas corriendo, jamonas sangrando, y la misma idea que presidía la primera parte y que Jesús Palacios supo resumir muy bien: para vencer a la guerra conviértete en guerra (si llevas la guerra dentro, como el Rambo que interpreta Henry Rollins, este axioma resulta innecesario).

En fin, sólo para los muy fanáticos del tema (entre los que me incluyo). Porque no será un prodigio de narrativa ni tendrá la mitad de clase que el original, pero de sangre y vísceras va bien cargadita.

Lo mejor: un SEÑOR HACHAZO.
Lo peor: un poco cansino todo, ¿no?

Los mutantes como la televisión quieren carne fresca, están hartos de lo mismo de siempre, y que mejor que un reality para llevar más "comida" a casa...

Un supervivientes a la americana acampa en una zona donde nuestros queridos y asquerosillos protagonistas tienen su hogar y debido a la escasez de alimento, y sin nada mejor a lo que optar, deciden merendarse a esos proyectos de famosetes, que si sobreviviesen coparían las televisiones con sus peleas y exclusivas (por lo menos así sería en España)

Los personajes estereotipados hasta más no poder: El rambo musculitos, la militar lesbiana, el graciosito obesionado con el sexo, el deportista sensible, la tia dura que luego tiene un trauma, la ingenua, el putón desorejado... aquí todo el mundo tiene cabida ¡faltaría más!

No tiene más interés que el puro morbo de descubrir si esta es la peor peli que has visto en tu vida o sólo una de tantas...