La espléndida descarada (1936)

Producida por Joseph L. Mankiewicz con un impresionante reparto encabezado por Joan Crawford y Lionel Barrymore, personajes históricos y de ficción concurren en esta película desarrollada en el contexto de las batallas políticas –algunas de ellas curiosamente tan de actualidad en la España de hoy en día- de la naciente democracia americana, en los años 20 del siglo XIX y, en especial, en torno a la presidencia de Andrew Jackson, séptimo presidente de los EEUU. Mezcla de comedia, drama romántico y película histórica en la que Crawford, en el papel de Peggy O’Neal, y su padre regentan una taberna frecuentada por los políticos de Washington lo que les permite estar en contacto con importantes personajes del momento. La película refleja muy bien el ambiente de discusión y disputa política en la Cámara y en las elecciones a la presidencia - la escena del discurso frente a la multitud hostil es magnífica- y se centra sobre todo en el llamado “Petticoat Affair” en torno a los rumores sobre el papel de Peggy, futura esposa del Secretario de Guerra John Eaton. Todo discurre con inteligente agilidad narrativa, pasando con ligereza de uno a otro género bajo la comprensiva mirada del director Clarence Brown. Joan Crawford afronta con brillantez uno de sus habituales papeles de fuerte carácter aunque tal vez un poco incómoda en uno de sus escasos roles de época, junto a un Lionel Barrymore, a ratos excelente, a ratos rozando el exceso, que compone un buen retrato del presidente Jackson mientras Melvyn Douglas como el senador John Randolph, Franchot Tone, James Stewart o Robert Taylor tienen papeles menores, desdibujados en parte por la pareja de divos protagonistas. Agradable.

Se nota que es una película hecha para Joan.

Han metido una historia de amor, dentro de una historia real americana. Aunque ya al principio lo comentan con un título de que la historia es ficticia aunque los nombres de los personajes históricos son reales.

Pues eso, meten un poco de como fue la vida del presidente Andrew Jackson con la vida ficticia de la que protagoniza Joan Crawford. Hay saltos un poco raros, por un momento parece muy importante la trama de la historia y luego la vuelcan como trama importante los amoríos de la prota. Eso, para mí, pierde calidad a la película.

La crítica de la época no la puso muy bien, pero fue todo un éxito en taquilla.