City Hunter y el perfume de Cupido (2018)

Parece sorprendente, pero la mejor adaptación del manga de City Hunter a imagen real, no la han hecho los Japoneses, sino que ha sido obra de la cinematografía francesa, y en especial al excelente trabajo de un hombre, Philippe Lacheau, que no solo se ocupó del guion y de la dirección, sino que también tomó el reto de interpretarla, encarnando a esta versión francesa de Ryo, llamado Nicky, y que viendo la pasión que puso en su interpretación, es fácil ver que esto debió ser un sueño hecho realidad para el cineasta francés

Esta película destila amor a la obra original por los cuatro costados, y toda su esencia esta impregnada durante todo el filme. Aunque aquí Ryo y Kaori cambien de nombre y nacionalidad, siguen siendo los mismos, con sus mokkoris, sus martillos y su romance nunca resuelto. Una perfecta recreación de los personajes que son inevitablemente reconocibles, que incluyen a Falcón, Saeko y hasta Makimura.

No obstante, esto más que una simple adaptación, es un homenaje a esa gran obra que a tantos nos ha marcado. Un retrato fidedigno de las viñetas a la realidad, recreando la acción y el humor tal y como ocurría en el anime, y con el añadido de contar con su banda sonora original, incluyendo el mítico 'Get Wild'. ¡¡¡Que más se puede pedir !!!

Además, no hace ninguna concesión a la corrección politica imperante en el medio audiovisual de hoy en día, y su sentido del humor es tan macarra como el de las viñetas, y eso es muy de agradecer en estos tiempos de borreguismo colectivo.

La única pega es que que se acaba, esto debía haber durado por lo menos tres horas. Espero que hagan secuelas, porque las posibilidades son infinitas, y 90 minutos en este caso se hacen muy cortos.

Desde que supe de este proyecto (aparecido prácticamente de la nada) tuve mucha curiosidad, ya que era una adaptación del popular anime y manga City Hunter, pero bajo las ordenes de Philippe Lacheau. Seguramente no os suena el nombre de nada, pero suya es la estupenda Se nos fue de las manos (Babysitter), su divertida secuela Babysitter 2 (inédita en España) o la correcta pero no tan lograda Alibi.com. Todas ellas comedias francesas más que recomendables.

Lo que es seguro es que el actor y director siempre ofrece películas amenas, desternillantes y sin pretensiones de ningún tipo, perfectas para pasar el rato, y esto mismo es lo que ofrece con su Nicky Larson (o City Hunter), añadiendo el componente de acción necesario e imprescindible en cualquier película de detectives que se precie.

La dirección de Lacheau es impresionante, gracias a unas escenas de acción por encima de la media, con unos combates cuerpo a cuerpo y tiroteos que nada tienen que envidiar a productos de más presupuesto de Hollywood. La verdad es que en ese apartado la película sorprende y cumple con creces. Sin lugar a dudas, cada vez se le da mejor la dirección al bueno de Philippe.

Por otro lado, tenemos el guion, bastante desfasado (en el buen sentido) y políticamente incorrecto, notándose quién hay detrás. No obstante, la historia es algo tópica, y hay una serie de subtramas y personajes secundarios que cubren más metraje del deseado, cuando el verdadero interés está en sus dos protagonistas.

Se agradecen las buenas intenciones, aunque a pesar de un arranque prometedor, la historia del perfume no da para mucho (yo hubiese optado por otro elemento que hiciese avanzar la trama). Al final los momentos más logrados son los que conllevan algún tiroteo o algún comentario fuera de lugar del desternillante protagonista.

Respecto al reparto, confirmar que Lacheau es el Adam Sandler francés, y lo comento más que nada porque siempre se rodea de los mismos compañeros de profesión, lo cual no es nada malo, al contrario, ya que se agradece ver las mismas caras de siempre y resulta un toque simpático que siempre recurra a los “amigotes” para pasárselo en grande, que se nota que es el caso. Y bueno, aunque todos cumplen, me quedo con los dos protagonistas, con una buena química y unos piques que aportan interés a la función.

En conclusión, estamos ante una comedia de acción divertida y amena, pero que creo que podría haber dado más de sí, ya que sus primeros veinte minutos son geniales, luego decae un poco el ritmo y, finalmente, ofrece un clímax más que satisfactorio. No está a la altura de la redonda Se nos fue de las manos (Babysitter), pero sin lugar a dudas estamos ante una comedia tan hilarante y recomendable, como bien intencionada, siendo un buen homenaje al manga/anime japonés.

No le diría que no a una secuela… ni a una tercera parte de Babysitter. Esperando con ganas el próximo proyecto de Lacheau.

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