Flashpoint (Serie de TV) (2008)

Está claro que no son los hombres de Harrelson, pero es una digna sustituta a la monotonía de los Viernes (en Nitro 22:00) en la tele. Una televisión cada vez más preocupados de pagar millonadas a bandarras acusados de fraude (no mangaron bastante, ahora se lo dan casi legal) que programar grandes series y futuras grandes series.
La gente enloquece con las mediocridades de gentuza que solo sale a la palestra por restregar la cebolleta o especular que lo hizo, ver gente encerrada con cámaras en todas las habitaciones y tirarse los trastos para luego servir de carnaza a seudos periodistas y gentucilla del mundo televisivo, sin más contratos que estas bazofias de programas.


Pero volviendo a lo bueno y después de mi alegación, quien puede discutirme que esta serie no es buena, si no tiene competencia, ni por día, ni por calidad humana, una calidad que transmiten los personajes en situaciones limites y con muy poco margen de error, una serie vista por los que están negociando, más que por los que están disparando.
Cada caso un mundo y ese es el mundo de los personajes de Flashpoint, una serie buena y sin muchos alardes de medios, solo casos que pudieran ser reales y sobre todo mucho sentimiento, más sentimientos que tiros, más tiros que explosiones. Son gente que cumple con su deber, pero envuelto claro está con un lacito para su visionado en la llamada caja tonta, ahora vosotros decidís ver una serie buena o aguantar a la carnaza televisiva.

Me sorprende ver que la puntuación de esta serie no es más elevada cuando hay series como The Wire (que no digo que sea mala, pero que he sido incapaz de verla entera porque de verdad es aburridísima) que se llevan de calle al personal.

Esta serie nos muestra el día a día de una unidad de respuesta estratégica donde cada episodio presenta un caso, siendo todos ellos muy reales, aquí no hay fantasmadas, hay problemas como los que pueden aparecer en cualquier gran ciudad, y que requieren de la atención de un equipo preparado que tenga como meta la resolución pacífica del conflicto, y donde cada disparo debe estar más que justificado.

En paralelo observamos la evolución de los personajes, y como algunos casos les afectan más o menos (como en la vida real), aunque ese no es el objetivo principal de la serie, lo que puede chocar a más de uno.

Es bastante entretenida, y no siempre acaba todo en final feliz, algunos casos se tuercen y hay finales agrios.

Como nota curiosa el sargento que dirige la unidad está interpretado por Enrico Colantoni, el padre de Verónica Mars, por lo que si has visto esta serie antes es difícil quitarte su anterior papel de la cabeza (aunque aquí desempeña su papel muy bien, no hay nada que objetar a ese respecto)