Tres hermanos, tres destinos (2010)

"Hors-la-loi" nos enseña la cara sucia de la Francia de los 50, cuando los cochambrosos barrios donde se amontonaban miles de norteafricanos se convirtieron en una avanzada del FLN argelino en suelo galo.

Le doy un 9 porque el Sobresaliente se lo reservo a obras maestras como "La Batalla de Argel" de Pontecorvo. Le pondría un Notable si Hors-la-loi sólo fuera una peli de política con tiros, intelectualmente vacía pero con buena trama y ritmo. Creo que Munich de Spilberg es de ese tipo, y a esta le puse un "Interesante" y gracias, ya que además de ser intelectualmente vacía pretende ser la ostia de profunda. Aunque evidentemente, Spilberg tiene más arte que Bouchareb y sobre todo muchiiiisimos más medios.

Y sin irme por las ramas, Hors-la-loi no me parece una obra maestra, aunque tampoco una olvidable peli de acción. La obra contiene cierta profundidad y osadía que al llegar a los títulos de crédito nos anima a charlar sobre ese fenómeno que convencionalmente llamamos terrorismo, la obtusa entrega a una causa política, el proceso de descolonización de África, y de ahi lo que se nos vaya ocurriendo.

Aunque algunas escenas de acción chirríen un poco (es que estamos acostumbrados a que un productor se gaste una millonada en tres minutos de película), creo que los actores lo bordan en las escenas dramáticas.

Rachid Bouchareb, muy en la línea de Días de Gloria, de la que recupera incluso a los actores principales, nos cuenta el proceso de la emancipación argelina a través de una familia que tras muchas vicisitudes se instala en los arrabales parisinos, auténtico vivero de la revolución independista. Allí acabarán coincidiendo, alrededor de la madre y la tradición, tres hermanos con distintas visiones de la realidad pero que acabarán luchando por la misma causa.

El buen director argelino, nacido cerca de París en 1953, no solo no ha cortado sus raíces para adaptarse a un nuevo tiesto, las ha alargado para chupar toda la savia que él considera fue robada a su pueblo y que es de justicia les sea restituida. En "Fuera de la ley", en la que no falta la autocrítica por los medios que condujeron al fin de la perseguida libertad, habla de los avatares y la falta de dignidad de las gentes sin tierra, que necesitan afianzar unas señas de identidad para no pasar a formar parte del limbo de la historia y de la esclavitud (obreros no cualificados en la renault).

No es un alegato nacionalista, a pesar del protagonismo del ELN (Ejército de Liberación Nacional); a mi me suena más a justa búsqueda bereber del orgullo enterrado por siglos de colonización. Y son tantas las ganas por escupir la verdad que, en esta película, pudiera parecer que nuestro amigo Rachid, que sin duda es un ciudadano del mundo, se atropella y no pone en marcha un adecuado proceso de adelgazamiento en la línea narrativa que hubiera mejorado esta interesante entrega a la que concedo un 6,99.