Crimen a las 7 (1962)

Raro film acerca de un criminal psicótico, que, a pesar de revelarse como tal -el protagonista- desde la primera escena, sostiene admirablemente el suspense y el interés del espectador. El inconveniente es su poca verosimilitud o, si se quiere, su poco fundamento en la realidad.
Igual que hay un cine de ciencia ficción o de historia ficción, también podríamos hablar de un cine de psiquiatría ficción, que estuvo muy en boga en los años centrales del siglo XX. Por supuesto está ligado al psicoanálisis, cuando este se consideraba el no va más de la ciencia psiquiátrica, y por supuesto se refiere a casos criminales sumamente enrevesados, La cumbre de ese subgénero fue Psicosis, que lo introdujo de lleno en el campo del terror, y que sigue siendo una obra maestra indiscutible.
Pero hoy no podemos contemplar ese subgénero sin un poco de escepticismo. Los enfermos mentales, incluso los peligrosos, los que llegan a matar, no son así. La literatura psicoanalítica se ha ido quedando en mera literatura. Norman Bates, como psicótico, no resultaría creíble, como tampoco el protagonista de esta película, Crimen a las 7 (The couch, El sofá, en su título original), que padece un trauma horroroso y, sin embargo, es capaz de urdir un plan de asesinato extraordinariamente hábil, impensable en quien, a consecuencia de ese trauma, presenta notables trastornos en su capacidad de percepción de la realidad.
La película es de altísima calidad en cuanto a su realización y, como dije al principio, satisfará por completo al aficionado a las historias criminales. En concreto, la larga escena del hospital merecería figurar en la antología del cine de suspense.

Robert Bloch fue un afamado y hábil escritor de novelas de terror que saltó al cine gracias al monumental éxito de Psicosis., Aparte de montones de series televisivas, fue desgranando algunos guiones para la pantalla grande, de los cuales el cinéfilo recordará El caso de Lucy Harbin, El psicópata, Refugio macabro, El jardín de las torturas, y otras menos conocidas, como es el caso de Crimen a las 7 (The Couch), largamente ausente de las pantallas españolas y ahora recuperada felizmente en DVD. No es que se trate de una obra maestra, ni mucho menos, y el psicoanálisis barato que utiliza el autor para hilvanar la historia es de sonrojo, pero se deja ver por diversos motivos. El argumento fue escrito a cuatro manos entre Blake Edwards (sobrino) y Owen Crump (tío), también director del film. Bloch le dio la forma definitiva. Sorprende la excelente interpretación de Grant Williams, nuestro inolvidable héroe de El increíble hombre menguante, en una prestación pletórica de matices sin pasarse de rosca en ningún momento, bien secundado por la (acaso demasiado) dulce Shirley Knight. La cámara sale a las calles de Nueva York con frecuencia, y los crímenes están planificados con nervio y brío. Propone un final inquietante, tras una escena de hospital que el maestro Hitchcock habría conseguido de escalofrío, y el para mí desconocido Frank Perkins aporta una banda sonora muy en la línea de Alex North cuando apelaba al jazz. Por tanto, aconsejo el visionado de esta semidesconocoda obra del padre de Psicosis, con otro compañero de andanzas de Norman Bates.