Zatoichi Challenged (1967)

Aunque pueda parecer una aberración, por cuanto las películas del personaje de Zatoichi se desarrollan en el Japón Feudal, es claro el trasvase de conceptos e ideas de los westerns y las películas japonesas, acentuado más con Leone y su trasposición del cine japonés con "Por un puñado de dólares". Ambas describen pequeños pueblos con autoridades corruptas, terratenientes viles, bandidos que asaltan viajeros, matones a sueldo que venden sus armas - sean revólveres o espadas - a gente sin escrúpulos, gente honrada que sufre y muere, venganzas, una moral liviana y la necesidad de alguien que los defienda, ya sean los Siete samuráis, los Siete Magníficos, Shane, el Hombre sin nombre o Zatoichi.

En su decimoséptimo film, Zatoichi debe llevar a un niño en busca de un padre cabeza-loca retenido por un corrupto local. Mina de arcilla o mina de oro, el concepto es el mismo. Zatoichi deberá liberarlo enfrentándose a un ejército de matones y a todo el que se le ponga por delante. Es un film sencillo pero efectivo y fascina la puesta en escena del actor que interpreta a Zatoichi, intentando suplir con sus otros sentidos la falta de vista. Hay momentos que nos recuerdan al "Lazarillo de Tormes" y otros, especialmente el final, que no es sino "Raices Profundas", por la adoración que siente el niño hacia tan peculiar personaje. No obstante, el final, como contaré en el spolier, resulta sorprendente y muy japonés.

A los japoneses lo les hace falta el western, puesto que ya tenían su propio western, con los cines de samuráis y especialmente, con un pistolero justiciero llamado Zatoichi.