Comrade Pedersen (2006)

No sabía que existiese vida en el cine noruego. Y es vida inteligente. Es una película inusual, sobre un tema inusual, con un inusual enfoque. Narra en tono de comedia los coqueteos de una parte de la rica sociedad noruega con el marxismo de corte maoísta. Parodia el auge y caída de un partido, el AKP, que mimetiza en Noruega las mitologías del comunismo chino, aunque el contexto de clase y cultura sea diametralmente opuesto en ambos países.

De esta forma, vemos como los militantes de este partido, simulan una cómica clandestinidad aunque nadie les persiga, somos testigos de la mitificación de la clase obrera, pese a la indiferencia de esa clase obrera, que prefiere seguir las vicisitudes burguesas de la familia noruega en el exilio.



El profesor de instituto y “camarada Pedersen”, narra en un largo flash back sus peripecias en el partido, más llevado por la inercia y el enamoramiento de la camarada Nina Skatoy, que por verdadera convicción.



"Para mí todo empezó cuando me desplacé
a Larvik en los 60 para dar clases".



El personaje principal está interpretado por Kristoffer Joner, actor de cuya filmografía nada puedo decir. No obstante, el verdadero propulsor de la trama parece ser el personaje de Nina Saktoy, quizá porque está interpretada por una de las artistas noruegas de mayor proyección: Ane Dahl Torp (nominada con el título de shooting star noruega del 2006). Es una fanática revolucionaria que deja su trabajo burgués de doctora para intentar salvar a las trabajadoras de una fábrica textil. El final dramático del incongruente AKP y de su carismática líder era la historia de un final anunciado..

La realización sorprende desde el principio con imágenes o efectos de corte onírico. Los efectos especiales al servicio de la expresividad -como en Olvidate de mí, de Michael Gondry-. Una falda roja al viento que se convierte en una bandera comunista, imágenes de archivo ridiculizando a la opulenta revolución china, flores de colores cayendo del cielo con banda sonora oriental en algún pasaje erótico, y un largo plano final con travelling de retroceso en el que se ve el escenario descubierto de una hospital en mitad de un bosque.

La trama escolar, la que me hizo acercarme a la película, tiene pocos minutos pero cierta trascendencia. El germen del frustrado movimiento revolucionario nace en el aula. El camarada Werner dice que la estructura de la clase es muy autoritaria y convence a todos los alumnos, y al profesor Pedersen, para cambiar ese orden de cosas. Finalmente, Werner dejará a todos en la estacada, haciéndose socialdemócrata, mientras Pedersen resume su paso por el AKP con escepticismo:



"Durante diez años, parecía que la vida
se había llenado de significado.
Pero ahora soy muy escéptico
 sobre esos diez años de mi vida".