Tráiler oficial (INGLÉS)
- Sinopsis
- Cuando su madre muere inesperadamente, Atticus, de once años, desconfía de las autoridades y huye a los bosques de su pueblo natal en los Catskills. Es sólo un niño, pero nadie le protege ni le cuida, así que Atticus deambula por el bosque aturdido, comiendo lo que encuentra y buscando refugio donde puede. Así, pronto la línea entre la realidad y la fantasía comienza a desdibujarse. Cuando se encuentra con Carter, un desaliñado vagabundo que fuma marihuana, vive en su coche y vende collares en festivales de música, Atticus se queda con él. Los dos forman una alianza cautelosa, pero a medida que crece su dependencia mutua, ninguno está seguro de que esté tomando la decisión correcta. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Infancia
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2013 / Estados Unidos
- Título original:
- The Cold Lands
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Matar un ruiseñor
7 de diciembre de 2014
Estupenda película. Sobriedad enjundiosa.
Dividida en tres partes claramente diferenciadas, de una media hora cada una: Madre-hijo, Hijo, Joven-hijo.
Cuenta mucho con apariencia de nada. No cae en ninguna trampa. Todo aporta, en tono menor, con discreción y mucha sabiduría narrativa, con una contención precisa, esmerada.
Una educación, una soledad y un conocimiento del mundo. Aprende a ser autosuficiente, conoce el aislamiento y descubre la vida.
Está llena de pequeños hallazgos. Y siempre sorprende; las escenas no se resuelven como convencionalmente esperas.
Se podría decir que hay un júbilo triste, una esperanza desolada, una comprensión sencilla, profunda. La vida de otra manera; fuera del circuito, al margen, sin pagar el precio del tópico lacrimógeno o la sordidez efectista. Se sugiere, se tantea, revela e insinúa; ni se afirma ni se aconseja. Fluye levemente, sinuosamente; una alegría callada, a punto de romperse, frágilmente, tenuemente. A contracorriente.
Y, quizás, un canto a la Naturaleza y un rechazo de lo civilizado. Una oda a la aventura y la libertad, a la insumisión y el individuo. Sin moralismos ni excesos.
Una joya.
Dividida en tres partes claramente diferenciadas, de una media hora cada una: Madre-hijo, Hijo, Joven-hijo.
Cuenta mucho con apariencia de nada. No cae en ninguna trampa. Todo aporta, en tono menor, con discreción y mucha sabiduría narrativa, con una contención precisa, esmerada.
Una educación, una soledad y un conocimiento del mundo. Aprende a ser autosuficiente, conoce el aislamiento y descubre la vida.
Está llena de pequeños hallazgos. Y siempre sorprende; las escenas no se resuelven como convencionalmente esperas.
Se podría decir que hay un júbilo triste, una esperanza desolada, una comprensión sencilla, profunda. La vida de otra manera; fuera del circuito, al margen, sin pagar el precio del tópico lacrimógeno o la sordidez efectista. Se sugiere, se tantea, revela e insinúa; ni se afirma ni se aconseja. Fluye levemente, sinuosamente; una alegría callada, a punto de romperse, frágilmente, tenuemente. A contracorriente.
Y, quizás, un canto a la Naturaleza y un rechazo de lo civilizado. Una oda a la aventura y la libertad, a la insumisión y el individuo. Sin moralismos ni excesos.
Una joya.
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