Prisioneros de la pasión (1994)

Julia Ormond interpreta a una atractiva y -recién separada- dentista que comienza a trabajar, de forma termporal, en la consulta de la prisión de su ciudad. Allí conocerá a un enigmático preso, Tim Roth, con el que inicia una apasionada y tormentosa relación. Hasta aquí puedo escribir.
Si eres una fan de Tim Roth, no te la puedes perder. No hay, en la actualidad, un actor con mayor magnetismo en la pantalla. Igualmente, Julia Ormond está ideal en su papel.

El lenguaje del sexo como filosofía de vida
Suspense, realismo, buenos personajes, chica fina, chico duro, unidos por una atracción sexual que les domina y les fascina. Raro es encontrar una película en la que las relaciones sexuales tengan esta dinámica plenamente integrada en la historia, como motor de la historia. Sin duda, a la directora Angela Pope le ha venido muy bien esta pareja tan peculiar de dos grandes actores que también se entienden de maravillas físicamente: lanzan chispas todos sus encuentros a lo largo de una historia que nunca pierde interés. Y además crece en la última media hora de manera muy llamativa para recalar en un sorprendente final.