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Crímenes imperdonables (2007)

Crímenes imperdonables
98 min.
6,6
8.377
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Trailer
Sinopsis
Basada en la historia de Gertrude Baniszewski, un ama de casa de los suburbios que, los años sesenta, secuestró y mantuvo a una niña encerrada en el sótano en su casa de Indiana. Allí sometió a la pequeña a todo tipo de abusos y torturas, e incluso instó a sus seis hijos y a varios vecinos a que participaran de este juego macabro. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Drama Thriller psicológico Secuestros / Desapariciones Basado en hechos reales Años 60 Cine independiente USA
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
An American Crime
Duración
98 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2008: Nominada al Globo de Oro: Actriz en una miniserie o película para TV (Keener)
2008: Emmy: Nominada a mejor actriz en miniserie o telefilm (Catherine Keener)
2008: Sindicato de Guionistas (WGA): Nom. a Mejor guión original (formato largo)
7
Gertrude Baniszewsky
Una de los preceptos de la iglesia baptista fundamentalista es el siguiente: fidelidad práctica a la fe cristiana en la vida cotidiana, en el trabajo, familia y la sociedad, y empeño en predicarla a toda criatura de palabra y con el ejemplo. La señora Gertrude Baniszewsky, viuda, enferma y con 7 hijos a sus espaldas, decidió predicar, con la complicidad de todos sus hijos, su buena nueva a una inocente niña de 16 años a base de vejaciones, torturas, mutilaciones y abusos sexuales de lo más variopintos, involucandro en ello a todo el vecindario de un pueblo perdido de Indianápolis, allá por los años 60. La niña en cuestión era Sylvia Likens, que se había quedado al cuidado de Gertrude junto con su hermana menor, ya que sus padres tuvieron que ausentarse por trabajo durante una temporada. Craso error. Estaban dejando a sus hijas en manos del mal personificado, el mal de una sociedad que justificaba sus hechos argumentando que tales castigos eran necesarios para enderezar a un alma perdida.
Podría ser el argumento de una película de terror, pero sucedió en Estados Unidos. Un auténtico y despiadado crimen americano. Bajo la piel del horror del resultado final desprenden sus podridos vapores la represión sexual, las enseñanzas interiorizadas a base de palos y humillaciones, la imposición férrea de las ideas cristianas travestidas en preceptos fundamentalistas y sobretodo, la sinrazón del ser humano cuando la violencia se apodera de él, y ya no puede parar.
En la sala se escuchaban suspiros que intentaban aliviar la sensación de náusea mientras el cuerpo buscaba acomodo en la butaca del cine, que nos obligaba a presenciar cómo casi todo un pueblo se puede poner de acuerdo para torturar a una niña inocente. La lista de abusos es interminable, pero aunque Tommy O’Haver nos muestra gran parte de lo que sucedió, tan sólo estamos ante la punta del iceberg. Si uno investiga un poco, constata que los propios habitantes de Indianápolis consideran este crimen como el más dantesco perpetrado contra una persona en toda su historia y que lo que sufrió la niña sobrepasa los límites de lo soportable. Por eso Tommy O’Haver evita que nos revolvamos más de la cuenta y nos muestra lo justo para que nos demos cuenta de lo que podemos ser capaces de hacer, en nuestros mundos supuestamente civilizados y democráticos.
Cuesta hablar de otra cosa que no sea la historia, pero cabe resaltar el magnífico trabajo de Catherine Keener como Gertrude Baniszewsky (Capote, Being John Malkovich)
y de Ellen Page (Hard Candy) como Sylvia. El choque es titánico, aunque resulta ganadora Keener. Su mirada fría y perdida es sobrecogedora, y consigue el efecto deseado.
En resumen, An American Crime es una película necesaria en tiempos en los que la tortura y la vejación son justificados con fines políticos y se da por sentado que lo éticamente correcto siempre mora en occidente, aunque viéndola se nos revuelva el estómago y sacrifiquemos la cena.
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133 de 155 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Al padre de la niña yo le quitaba el bigote de un guantazo
Se ve que en los años sesenta no parecía extraño hacer las maletas y marcharte tan pancho dejando a tus hijos con un ser completamente desconocido a 20 dólares la semana, con el agravante de que la responsable de la vida de tus retoños tiene un perfil de miserable paleta enfermiza. Y si de un escaneo no se advierte, también podía haber estudiado un poquito mejor a la canguro. Que lo que le dejas precisamente no son las llaves del coche.
Y lo peor del caso es que las semanas pasan, y tan sólo te comunicas con las tuyas mandándoles una carta en la que como divertida despedida apuntas sus nombres y un simpático corazón trazado con el bolígrafo. Punto. Y si no hay respuesta, será porque las chiquillas estarían muy entretenidas jugando: imaginarían.

Y ya no digo que a esos padres se les debería haber puesto en la cabeza como una posible opción que a su hija le estuvieran practicando las mayores barbaridades inimaginables. Pero tampoco hubiese estado de más hacer uso del teléfono, o una visita de vez en cuando; que en el curro parecen buena gente y fijo que no les importarían el escaqueo en una tarde.

Pues no. La pobre Sylvia Likens estuvo abandonada a su suerte a manos de unos seres pelín sádicos quien montaron su propio circo con la chiquilla de víctima. Palizas, quemaduras, penetraciones cristalinas y demás ocurrencias que tuviesen los diminutos cómplices de los cuales destacaría a un pequeñín, que muy chiquitito pero con una cara hijo puta que no puede con ella.

Y las cosas poco han cambiado hoy. Los de los alrededores a lo suyo. Y como lema principal; agacha la cabeza y no te metas.

Esto narrado es el esqueleto de "An American Crime". Película que te deja impotente ante todo lo que sucedió alguna vez en un pequeño pueblo norteamericano.

Y repitiéndome, me sorprende más la actitud de los padres que la de los lunáticos. ¿Tú te puedes creer que le puedes dejar la vida de tus hijos a alguien con una cara así?. Pongan "Gertrude Baniszewski" en google y miren el careto de la auténtica majadera. A alguien con ese semblante no le confiaría ni la vida de mi peor enemigo.
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79 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
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