El hijo del sheik (1926)

Este fue el último trabajo de Rudolph Valentino, cuya repentina muerte pocas semanas después de su estreno, provocó una conmoción popular como no había desatado antes la de ninguna estrella de la pantalla. Incluso se produjeron algunos casos de suicidio por parte de enfebrecidas fans. Se trata de una secuela de uno de los mayores éxitos de Valentino, “El Caid”, de 1921.

Es una película que ofrecía al público de los años 20 lo que quería ver: historias de aventura y acción ambientadas en lugares lejanos y exóticos, efectos especiales, luchas de espadas y para colmo, el sex symbol de la época como protagonista. Un buen guión y un montaje dinámico y brillante hicieron el resto. Valentino en su doble papel de Caíd y de su hijo, volvía a ser un salvaje y resuelto seductor que hacía aflorar en el público femenino deseos no siempre confesables. Quizás esta es su película más conocida, y toda una inspiración para innumerables películas exóticas de aventuras posteriores.

Recomendada a los amantes del cine mudo y de las historias de amor.

LO MEJOR:
- Rudolph Valentino.
- Técnicamente brillante: fotografía, ambientación, vestuario…
- Buen guión, apoyado por un montaje dinámico que aporta a la película un ritmo perfecto.

LO PEOR
- Historia de amor algo forzada y cursi.
- Final demasiado rápido y evidente.

Primera película que veo de Valentino y por lo que se ve, es la última que hizo. En plena gira de la película para su promoción, murió. Casi dos semanas después de su muerte se estreno en todo el país y fue un éxito en taquilla. Quizás por el morbo de ver la última película de Valentino.

Esta es la segunda parte de la película que le dio el éxito "El caíd" de 1921. En aquella época es como ahora: el éxito te viene un año y al poco tiempo después, se va...

Es por eso que se recuerda a Rodolfo Valentino como un latin lovers de los años 20, pero la muerte se lo llevó demasiado pronto para ver si superaría al cine sonoro y si realmente hubiera sido un actor a recordar por sus trabajos o se quedaría en el cine mudo como su compañero sentimental Ramón Novarro.

La película, para mí, no me dice gran cosa. La historia es muy sencilla que no tiene misterio y tampoco crea interés porque la trama es muy básica y predecible.

Él está bien, hace un papel doble haciendo de padre e hijo. Pero poco más a destacar.