Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- A principios del XIX, durante las guerras napoleónicas, un teniente de húsares del ejército francés, el aristócrata Armand D'Hubert (Keith Carradine), recibe la orden de arrestar al teniente Feraud (Harvey Keitel) por haber participado en un duelo. Feraud, encolerizado, desafíará una y otra vez a D'Hubert durante quince años. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Drama de época Siglo XIX Guerras Napoleónicas Capa y espada Esgrima
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1977 / Reino Unido
- Título original:
- The Duellists
- Duración
- 101 min.
- Guion
- Música
Premios
"Cautivador ejercicio de estilo alimentado por unas escenas a espada pelada de las que devuelven al sistema nervioso el destilado sabor de la adrenalina"
Luis Martínez
[Diario El País]
11
6
Positiva
5
Neutra
0
Negativa
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Supermaño.
10 de marzo de 2008
Creo que nadie puede negar que, salvo escasas excepciones, poseen mucho más encanto las películas ambientadas en siglos lejanos que tratan sobre personajes de la plebe, o no del todo aristocráticos, que los que tratan sobre reyes, emperadores o alta nobleza.
Tal vez sea porque estas últimas sucumben al folletín y la telenovela, en vez de centrarse en su contenido histórico. Claros ejemplos pueden ser "El intendente Sansho" o "El nombre de la rosa". Como excepción: "Guerra y Paz", entre otras pocas.
Esta película posee el vestuario más bonito que jamás haya visto (salvo, tal vez, el de "Policía montada del Canadá") y una de las bandas sonoras más inquietantes que haya escuchado, así como un par de interpretaciones colosales, especialmente por parte de Keitel en el papel del testarudo, obsesionado y viciado militar, enganchado a las apuestas, los duelos, el honor y la fidelidad a Napoleón. Adereza su personaje mediante un gesto de brazos que repite varias veces en el filme y resulta brillante.
La ambientación y la fotografía son, sencillamente, perfectas.
Y su ritmo, al que acusan de lento, a mí me parece frenético. Antes de darte cuenta ya has disfrutado de dos duelos. Sí, decae un poco tras la guerra, con su vida familiar y posterior enlace, pero viene bien como calentamiento antes del duelo final.
Rasque el spoiler a ver si hay suerte
Tal vez sea porque estas últimas sucumben al folletín y la telenovela, en vez de centrarse en su contenido histórico. Claros ejemplos pueden ser "El intendente Sansho" o "El nombre de la rosa". Como excepción: "Guerra y Paz", entre otras pocas.
Esta película posee el vestuario más bonito que jamás haya visto (salvo, tal vez, el de "Policía montada del Canadá") y una de las bandas sonoras más inquietantes que haya escuchado, así como un par de interpretaciones colosales, especialmente por parte de Keitel en el papel del testarudo, obsesionado y viciado militar, enganchado a las apuestas, los duelos, el honor y la fidelidad a Napoleón. Adereza su personaje mediante un gesto de brazos que repite varias veces en el filme y resulta brillante.
La ambientación y la fotografía son, sencillamente, perfectas.
Y su ritmo, al que acusan de lento, a mí me parece frenético. Antes de darte cuenta ya has disfrutado de dos duelos. Sí, decae un poco tras la guerra, con su vida familiar y posterior enlace, pero viene bien como calentamiento antes del duelo final.
Rasque el spoiler a ver si hay suerte
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153 de 166 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mini Cine
19 de marzo de 2009
1) El testigo recogido
Scott estrecha el círculo Barry Lyndoniano y lo supera, haciéndolo suyo imitando la forma y venciendo en el fondo. La esencia, el alma, el ser.
Una obra desde el espíritu humano lanzada contra el efectismo técnico. Una prueba de honradez. Una prueba virgen, veraz. La victoria de la sencillez ante lo descomunal.
El aprendiz osado supera al maestro entre maestros.
===
2) Los espacios
Moradas modestas pero limpias y acogedoras. Pensiones de una estrella haciendo sombra al Gran Ritz. Las ganas al servicio de la juventud.
-Un duelo en un parque cualquiera.
-El diminuto campamento.
-Un mausoleo de piedra.
-El cañón entre la nieve.
-Una sala de fiestas de principios del XIX.
Etc. etc. etc... Cada metro mide diez metros.
===
3) Las pinturas
Testimonio cinematográfico sin parangón como tributo al significativo período histórico. Frescos sin pinceladas segmentan y avanzan los acontecimientos.
Los cielos grises y desiluminados (el espíritu) vs la brillante y cegadora tierra (la acción).
Los cuadros aparecen... y se mueven.
===
4) Los duelistas
El ideal y la razón, la cordura y la locura. El honor como vehículo de una época perdida.
Feraud: obstinado, temerario, amargado e implacable. Lo utiliza como excusa en pos de su liberación interior. Es la carne que se pudre por dentro.
D´Hubert: equilibrado, compasivo, capaz y orgulloso. Un realista transitando con gloria en un tiempo que lo sobrepasa. La encarnación del espíritu que lucha por salir. Romántico por defecto.
===
5) El debút y la obra
Sin duda, el mejor periodo de la Historia para cualquier director que desee serlo. Scott bebe de sus fuentes y su ánimo lo traslada a la pantalla. Simbiosis perfecta (autor-hecho) de la ópera prima.
Al final, uno de los mejores planos: Feraud se convierte con un leve movimiento de cámara en "El caminante ante el mar de niebla" de C.D.Friedrich, icono del romanticismo junto a la sinfonía Heroíca de L.V.Beethoven.
El alma de Feraud atrapada durante un instante antes de morir.
O de renacer.
===
Un escenario de guiñol. Un corazón acorde a la época. Un ingenio fuera de duda. En mi opinión, su obra más pura, sincera y autodidacta. Mi favorita. 9.6.
"Nadie se bate tres veces con un hombre para luego hablar mal de él."
===
A Servadac
Mi amigo
Scott estrecha el círculo Barry Lyndoniano y lo supera, haciéndolo suyo imitando la forma y venciendo en el fondo. La esencia, el alma, el ser.
Una obra desde el espíritu humano lanzada contra el efectismo técnico. Una prueba de honradez. Una prueba virgen, veraz. La victoria de la sencillez ante lo descomunal.
El aprendiz osado supera al maestro entre maestros.
===
2) Los espacios
Moradas modestas pero limpias y acogedoras. Pensiones de una estrella haciendo sombra al Gran Ritz. Las ganas al servicio de la juventud.
-Un duelo en un parque cualquiera.
-El diminuto campamento.
-Un mausoleo de piedra.
-El cañón entre la nieve.
-Una sala de fiestas de principios del XIX.
Etc. etc. etc... Cada metro mide diez metros.
===
3) Las pinturas
Testimonio cinematográfico sin parangón como tributo al significativo período histórico. Frescos sin pinceladas segmentan y avanzan los acontecimientos.
Los cielos grises y desiluminados (el espíritu) vs la brillante y cegadora tierra (la acción).
Los cuadros aparecen... y se mueven.
===
4) Los duelistas
El ideal y la razón, la cordura y la locura. El honor como vehículo de una época perdida.
Feraud: obstinado, temerario, amargado e implacable. Lo utiliza como excusa en pos de su liberación interior. Es la carne que se pudre por dentro.
D´Hubert: equilibrado, compasivo, capaz y orgulloso. Un realista transitando con gloria en un tiempo que lo sobrepasa. La encarnación del espíritu que lucha por salir. Romántico por defecto.
===
5) El debút y la obra
Sin duda, el mejor periodo de la Historia para cualquier director que desee serlo. Scott bebe de sus fuentes y su ánimo lo traslada a la pantalla. Simbiosis perfecta (autor-hecho) de la ópera prima.
Al final, uno de los mejores planos: Feraud se convierte con un leve movimiento de cámara en "El caminante ante el mar de niebla" de C.D.Friedrich, icono del romanticismo junto a la sinfonía Heroíca de L.V.Beethoven.
El alma de Feraud atrapada durante un instante antes de morir.
O de renacer.
===
Un escenario de guiñol. Un corazón acorde a la época. Un ingenio fuera de duda. En mi opinión, su obra más pura, sincera y autodidacta. Mi favorita. 9.6.
"Nadie se bate tres veces con un hombre para luego hablar mal de él."
===
A Servadac
Mi amigo
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