No Questions Asked (1951)

Panorama alentador. Un hombre, Steve Keiver, huye de noche escondiéndose por las calles. Franko (con K) le quiere muerto; a la policía le da lo mismo vivo que muerto con tal de echarle el guante. Steve Keiver (Barry Sullivan) nos dice que parece fácil esconderse por las calles, pero no es así cuando todo el mundo te busca.
Steve Keiver al principio no se entera pero la rubia le espabila bien pronto, la morena está de reserva, y Steve Keiver aprende muy deprisa. Con No Questions Asked aprenderás a hacer negocios rápido. Aprenderás lo que son diálogos punzantes y lo que son contactos peligrosos. Ahí sigue ese cine negro inamovible, aguardando, serio y de valor. No Questions Asked te hace entrar en materia con un argumento bien narrado y con un marcado, astuto e interesante muestrario de procedimientos mafiosos, pero con el inconveniente de que puedes ahogarte muy en el fondo.

Interesante trama que se desliza entre las sombras de la ciudad como un reptil cuando escudriña todos los recovecos de su entorno.
El polifacético H.F. Kress imprime buen pulso narrativo y conjuga la acción dramática con un ejercicio de introspección por parte del protagonista para presentar las dos caras de la moneda.
Gran actuación de un reparto bien elegido en el que destaca la presencia de B. Sullivan como máximo exponente.
Película entretenida, sobria, de fuerte intriga y de argumento correoso muy bien resuelto gracias a un guión notable.