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La noche que dejó de llover (2008)

La noche que dejó de llover
90 min.
5,5
281
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Trailer
Sinopsis
Spleen (Luis Tosar), un tipo poco corriente, pasa todas las noches filosofando hasta el amanecer en compañía de sus amigos de La Taberna de los Dramáticos, santuario bohemio que frecuenta desde hace años. Después de tres meses de lluvia ininterrumpida, de pronto una noche deja de llover. Spleen sale entonces a comprar pan y conoce a La Rusa (Nora Tschirner), una rubia que encarna sus ilusiones. Juntos emprenden un viaje insólito, tierno y surrealista a través de la noche y del interior de sí mismos que transformará su vida por completo. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
La noche que dejó de llover
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
5
Un Santiago Mágico
La noche que dejó de llover, es una película que intenta llegar más lejos de lo que puede. Me parece muy interesante el trabajo de dirección artística, localizaciones y como se representa ese lado melancólico e interesante de la zona vieja de la ciudad y la lluvia. Pero el guión lleva a una historia que promete, por su protagonista, un dandy bohemio, y su planteamiento, querer huir de su situación actual, una película de gran profundidad psicológica de los personajes y sin embargo no es más que una historia manida y que a mitad del film se pueden casi adivinar los sucesos. Creo que con la plantilla que tiene, el planteamiento, y lo bien aprovechadas que están las localizaciones, es una verdadera pena que el film pierda tanto.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Una buena puesta en escena para un guión mediocre
Este film es la prueba de que una buena puesta en escena puede disfrazar un guión lamentable hasta conseguir sacarlo a flote, de modo que incluso al acabar de verla parezca una buena película. Y si además cuenta con un reparto tan excelente, más aun. Y eso es sin duda lo mejor de esta obra: la interpretación de Tosar y de sus compañeros de reparto, que brillan como nunca en medio de una puesta en escena impecable
De todos modos, la increíble ambientación, la banda sonora, la fotografía, la iluminación, etc. no disimulan en este caso la mediocridad de un guión que hace agua por todos los lados.
Para empezar, la historia pretende depender de un final sorprendente. Pero lo que no parece entender el guionista es que para que eso funcione, durante toda la película deben entregarse al espectador piezas de un puzzle que el final sólo debe ayudar a reconstruir. Lo que no se puede hacer es acumular hechos desconcertantes y sin aparente explicación para dejarlo caer todo al final, porque de ese modo no se absorbe al espectador.
Además, el guión adolece de una acumulación de tópicos, empezando por el propio protagonista, que más parece una caricatura que una persona de carne y hueso. Y no es, repito, por la interpretación de Tosar, francamente impecable, sino porque no se desarrolla. Se trata de un bohemio, sin más, una imagen cutre y utópica que está ahí, sin ninguna explicación. Mejor desarrollado está el personaje de la co-protagonista, al menos al principio. Esto se pierde cuando aparecen, como de relleno, unos diálogos tópicos y que suenan a rancio y que serían de esperar por parte de Spleen, el protagonista. Uno se queda de piedra cuando la chica, que parece una persona real, un personaje de gran complejidad, le sigue el juego, cayendo en el más absurdo vis â vis.
Además, algunas de las reacciones del protagonista no concuerdan con el personaje que quiere desarrollarse. Algunas veces parece una persona de carne y hueso, otras se acerca a la caricatura del "buen bohemio", otras reacciona como un macarra cutre... en fin... que uno no llega a entenderle en toda la película.
Otro de sus fallos de guión es una tendencia desmedida al melodrama. Eso está muy bien, y es algo que yo aprecio. El problema es que los melodramas no pueden dejarse caer como si fuera relleno, en cualquier parte y, además, aderezarlos con diálogos que cuando uno los escucha se queda diciendo "Bueno, esto es lo que me faltaba por oír". Y no vamos a hablar del nulo sentido del humor de algunas escenas, que le dejan a uno con cara de imbécil.
Le puse un cinco por la puesta en escena, por la interpretación de Tosar, Nosa Tschirner y la gran Mercedes Sampietro, y porque el final salva un poco el guión, aunque sinceramente, los cincuenta primeros minutos constituyen un absurdo intento de ejercicio de estilo que, por supuesto, resulta fallido.
En definitiva, la película goza de una gran belleza visual que consigue disfrazar, a duras penas, un guión absurdo.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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