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El manosanta está cargado (1987)

El manosanta está cargado
90 min.
5,6
274
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Sinopsis
Un mecánico, harto de su mala suerte y de no conseguir trabajo, decide hacerse pasar por un curandero milagroso que llega desde Brasil con el propósito de ganar plata y de conocer mujeres. El pai Alberto Capelleti está enamorado de la hija de su exjefe, y hace todo tipo de locuras con tal de que el padre de "la nena" lo acepte de una u otra forma para casarse con ella.

Traslación cinematográfica del personaje creado para el programa "No toca botón", notable éxito en la televisión argentina, por el actor cómico Alberto Olmedo.(FILMAFFINITY)
Género
Comedia Religión
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Argentina Argentina
Título original:
El manosanta está cargado
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
7
La reinvencion del argentino
El Manosanta es la comedia mas popular del cine argentino, es el resumen de una generación de películas, podrá verse como burda, bizarra o demasiado pícara, pero es una fiel representación de algunos personajes de la sociedad.
Por momentos parece improvisada y con bajo presupuesto, pero el estilo de los comediantes ya era así; y de este modo ellos se volcaron en el guion y no al revés; Fue un guion a la medida.
Tiene tanto de real la historia como las interpretaciones, se puede decir que disfrutaron y rieron filmándola tanto como cuando yo la vi por primera vez.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Reflejo fiel de la viveza criolla
Mítico film argentino que nos muestra las picarescas maniobras de un empleado con pocas luces, el cual se convierte en rico de la noche a la mañana, montando un negocio basado en curaciones milagrosas y un fe bastante cuestionable.
Alberto "el negro" Olmedo es quizás el mayor cómico que haya dado Argentina. No solo porque tuvo un carisma imposible de igualar, si no también porque supo reflejar la tan famosa picardía y viveza argentina.
El film tiene escenas épicas, que quedaron grabadas para siempre en el imaginario popular, como la del enano y la represalia consecuente de Capelleti, quien lo corre a los tiros, la del dueño del gimnasio intentando seducir a un Olmedo travestido, o en la famosa “haga el agujero debajo del cuadro”.
Imposible ver esta pelicula y no esbozar sonrisas picarezcas.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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