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Tamako Market (Serie de TV) (2013)

Tamako Market (Serie de TV)
25 min.
5,8
66
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Sinopsis
Serie de TV (2013). 12 episodios. Tamako es una chica de primer año de instituto a la que le encantan los mochis, y no es para menos, ya que su familia regenta un local de mochis en el distrito comercial del pueblo. La muchacha disfruta de la vida con sus amigas Midori y Kanna en el club de badminton a la vez que ayuda en el negocio familiar y crea nuevos tipos de mochi. Es amiga de la infancia de Mochikura, el hijo de una tienda rival de mochis cercana, pero cuando sus padres se encuentran, se pelean como el perro y el gato. En Nochevieja, el día del cumpleaños de Tamako, Mochikura decide entregarle a la muchacha un regalo que lleva años intentando darle. De repente aparece en el barrio comercial un loro magnífico y da comienzo un año como ninguno anterior. (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Animación Comedia Romance Adolescencia Amistad
Dirección
Reparto
Animación
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Tamako Mâketto (Tamako Market)
Duración
25 min.
Guion
Música
Fotografía
Animación
Compañías
5
El loro Dera
De la productora de «K-On» nos llega original para anime esta «Tamako Market». Soy consciente de que quizás el problema sea mío y no del anime en sí. Sé también que estoy excesivamente alerta respecto a los productos que ofrece la animación actual. Así que teniendo todo esto en cuenta voy a tratar de explicar tal y como yo veo las cosas.

«Tamako Market» tiene todos los ingredientes para ser una gran obra: una animación bonita, una historia de amor, un toque de drama familiar y un elemento mágico, por llamarlo de alguna manera. Su entramado es el del clásico shojo. Pero ¿qué pasa? Pues que no hace nada con eso.

Se pueden buscar todo tipo de explicaciones para justificar esta historia pero a fin de cuentas «Tamako Market» no tiene ninguna historia y podría insertarse en un algo atípico slice of life. Tiene mil tramas para que se puedan desarrollar y no desarrolla nada porque nada importa más allá del ya típico contenido de chicas monas haciendo monerías. Vamos, el moé que ya conocemos. El eje de todo es Tamako y sus amigas y la idea principal es mostrar unos personajes femeninos muy tiernos y dulces en distintas situaciones. El marco es un mercado japonés y hasta una historia fantástica de un príncipe de tierras lejanas que sabemos desde el primer momento que no va a llegar a ninguna parte, pero da lo mismo. Lo que interesa es ver lo felices que son todas esas niñas, lo alegres, adorables e inocentes que son, añadiendo siempre los fan services habituales: gafas, disfraces, sonrisas, sonrojos, momento bañador, una forma de hablar kawai, alguna caída, el uniforme...

Respeto a quien le guste, pero es que estamos perdiendo la oportunidad de construir buenas historias por no ir más allá de lo complaciente y de un sentido de lo adorable que parece ir reñido con lo complejo. Con todo, «Tamako Market» es correcta, no me ha desagradado, es optimista y agradable. Lo que más me ha gustado es el loro Dera, lo mejor de la serie; no solo aporta el elemento cómico de manera magistral, sino que es un personaje vivo, ingenioso, diferente. Admito que me despierta muchas más simpatías que todos los personajes humanos de la serie.

¿Qué sabemos de los habitantes del mercado? ¿Y de Mochizou? ¿Qué vemos de las relaciones entre ellos, aparte de que te estén dando croquetas o regalando flores? ¿Cuándo han hablado algo Tamako y Dera más allá de «cómote un mochi» y así establecer una amistad realmente estrecha? En el último capítulo Tamako nos cuenta lo bonito que es vivir en el mercado y lo buenos que son todos, algo que además ya sabemos, pero hubiera estado mejor que todos esos detalles que hay detrás de lo evidente los viéramos, los sintiéramos. Es cierto que son solo doce capítulo, que ese es otro problema de la animación. La propia Tamako..., en fin, que una chica de dieciséis años parezca una niña de diez ya nos habla un poco de los inconvenientes de la serie. Ese infantilismo que se lleva ahora en chicas que están entrando en la madurez, no sé, a mí no me parece tierno, lo encuentro anormal y forzado. Por eso la hermana pequeña An es la que más me gusta, porque es una niña y actúa como niña, y es monísima.

Repito que el loro Dera es lo mejor, solo por él ya vale la pena que la veas.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El secreto de la felicidad
La historia de este dibujo animado japonés se remonta a varios años atrás, cuando investigando los arquetipos de personajes femeninos, descubrí en un gráfico las variantes del tipo “dere”. De tantos como había, uno me llamó especialmente la atención, una muchacha de cara extremadamente dulce, que sujetaba como una especie de bola de ping pong en la mano. La etiqueta la señalaba como prototipo de “Dere Dere”, que vendría a ser, si la “Tsundere” es fría y amable, al ser doblemente “dere”, pues completamente tierna. Así decía la ficha “Actúa por entero dulce y enérgicamente hacia todas las personas que conoce”. Me gustó pero por desgracia no venía ni su nombre ni el del anime así que me quedé con las ganas de saber quién era. Pasados los años, hace un par de semanas, descubrí de casualidad que se trataba de la protagonista de esta serie, Tamako Kitashirakawa. Pero es que encima “Tamako Market” venía con el pedigrí de ser un producto del estudio de Kyoto Animation y de la dirección de Naoko Yamada. Es decir, tiene los mismos ingredientes de la interesante “K-On!” (2009-2010).

Pero si a la obra de Yui, Mío y compañía le añadimos una trama con tintes de fantasía y romance, que no tenía, más la posibilidad de enmendar errores al ser un trabajo posterior, llegué a pensar que “Tamako Market” podía ser uno de los mejores animes de la historia. Sí, me vine muy arriba y la euforia nunca es buena. Dicho esto, el anime no llega a obra maestra pero tampoco se queda en el montón. En este sentido, me parece totalmente injusto que haya acabado siendo uno de los dibujos menos conocidos del sello de Kyoto Animation y tampoco no muy bien valorado. Es cierto que yo mismo, como a la mitad de la serie, empecé a tener dudas, como si no fuera a ningún sitio, hay dos o tres episodios centrales que delatan como agotamiento, pero luego remontan para dejarnos unos capítulos finales, no voy a decir que maravillosos, eso sería exagerar, pero sí realmente bonitos. A mí me parece que a “Tamako Market” le ha perjudicado bastante su tono demasiado infantil, empezando por su protagonista, que aunque tiene 16 años, da la impresión de estar más bien sobre unos 11 o 12.

Sin embargo, a mí “Tamako Market” me ha gustado a pesar de la salvedad de lo ya apuntado y que no termine de aprovechar sus bazas. La serie tiene muchas posibilidades pero al final se decanta por un tono menor, poco ambicioso. Este anime tiene pinceladas de drama personal, de romance, de melodrama familiar, de historia de amistad e incluso de tragedia lacrimógena pero no es ninguna de estas cosas. En este sentido, lo que parecía más obvio, la historia de amor de Tamako queda apenas esbozada pero al menos existe la posibilidad de redimirse con la película que se hizo posteriormente con el explícito título de “Tamako Love Story” (2014) y que lo cierto es que me da muy buenas sensaciones pero que ahora me está dando miedo porque no sé si lo van a hacer bien. Pero volviendo a la serie, si no es nada de lo que he comentado, entonces ¿de qué va? Pues sobre el secreto de la felicidad. ¿Cuál es? No estoy seguro pero lo que me están contando es que Tamako es feliz, de tal modo que no quiere que nadie cambie. Cada persona tiene su sitio y ella está en el suyo.

En realidad la filosofía que proyecta “Tamako Market” es profundamente conservadora, por no decir reaccionaria, motivo por el que sea muy agradable de ver, como slice of life de tono dulce, colorido y afable, su ausencia de malicia y su mirada armónica, sentimental y estática sobre la realidad. Pero también, por su capacidad cómica, especialmente gracias al “loro” Dera, que cada vez que sale o habla te ríes. Y por supuesto, porque Tamako Kitashirakawa es una amor de muchacha. Es cierto que todos los personajes tienen su encanto, qué decir de la pequeña Anko, la hermana de Tamako, o la amiga con gafas, la tímida Shiori, pero es que Tamako nos roba el corazón, porque es difícil ser más buena, más dulce, más amable, más hacendosa, más pura, más inocente y más mona, normal que el que yo me sé esté enamorado de ella hasta la médula, a ver qué pasa en la película, pero todo ello sin caer en ningún momento en ser empalagosa, ñoña, boba o arrastrada. Al final de la serie discuten si Tamako es realmente una princesa. No hay dudas, por supuesto que lo es.
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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