The Curse (C) (2012)

Escenas de acoso y derribo al servicio de un planteamiento bélico en el que lo único importante es lo que sucede. Las causas, el contexto en el que se desarrolla, los condicionantes o las razones últimas de lo que se muestra en la pantalla quedan ocultas para el espectador.
Aunque eso puede carecer de importancia.

La filmación es correcta, posee dinamismo, carga emotiva y mucha acción pero su principal defecto es que resulta demasiado obvio en su propuesta antibelicista y, por otra parte, su alegoría final convierte el resto de su mensaje (si lo tiene) en opaco.

Aldo Comas firma una especie de videoclip con pseudoargumento que hay que intuir y se dedica a marear con su cámara como si en una atracción de feria estuviéramos. Toda una demostración de que también hay que tener cierto arte para narrar la acción y no todo se resume a música electrónica y gente por los aires.

Un 2 por Macarena Gómez y porque se nota que no contaba con un presupuesto muy limitado, pero es casi infumable.