El Hidalgo (1952)

" ... De cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor..." Estamos hablando de Don Arturo Bordega (Wilde), campeón de los defensores de la integración de California en la Unión, "La libertad de los Estados Unidos sienta bien a todos los estómagos".
Entre 1925 y 1841, tras la independencia de España, el territorio californiano ha sido objeto codiciado por los británicos y por Rusia. En la cinta tendremos oportunidad de ver los últimos intentos del emperador ruso Nicolás I por establecer una especie de protectorado en California, aunque en la realidad nunca pasó de la zona más al norte del territorio.
En este sentido hay que recordar que la "América rusa" arranca de Alaska e incluye las islas aleutianas. Trató en su momento de extender su influencia por territorios entonces españoles y luego provincias mexicanas de la Alta California, que con el tiempo darán lugar a los estados de Washington, Oregón, California y la provincia canadiense de Columbia Británica. Nunca fueron realmente ocupados estos territorios pues se limitaron a controlarlos por medio de factorías comerciales enfocadas básicamente al comercio de pieles. Nada más.
La acción se sitúa en una zona de California netamente mexicana, hispanohablante, donde se enfrentan los partidarios de incorporarse a los EEUU como el hidalgo Bordera, mientras otros como los hermanos Brios prefieren aprovechar la presencia de las ¿tropas? rusas allí destacadas junto a la princesa Helena de Gagarine (Ferraday), para lograr una cierta independencia de México cuya capital está muy lejana y tiene sus propios problemas. Junto a estos últimos se alinea el bandido mexicano José Martínez (Bedoya).
Naturalmente, los EEUU no tienen el "menor interés" en California y solo mandan allí como observador al explorador ¿Thomas? Freeman, "Todos los exploradores se llevan algo de los lugares que descubren", que rechaza que el territorio salga de México para incorporarse a su país ... salvo que la mayoría del pueblo lo pida. Je, je, je ...
El planteamiento como vemos es de lo más tendencioso y parcial, tampoco es mucho mejor la interpretación de los principales actores con la excepción de Bedoya que está en su papel. No es mucho mejor el guion con diálogos bastante ramplones, ni la realización. Ambientación de carácter muy hispano, con bailes de majos, duelos de capa y espada y vestuario que abusa un poco del terciopelo y de los colorines.
Hay asimismo buenas escenas de persecuciones de diligencias, cabalgadas y bellos paisajes. La acción es continua.
Se puede ver aunque solo sea porque nos recuerda el efímero interés ruso en la cálida California.

Película escasamente conocida, cortesía de C33 en 2004. Insensata en su punto de partida (California ha de elegir entre unirse a Estados Unidos... ¡o Rusia!), producto de la Guerra Fría en el ámbito del western, tiene como héroe al soso Cornel Wilde, un buen chico que me caía simpático, pero soso cual bacalao desalado. Wright aporta un poco más de sosería, y Dehner es el villano pro-ruso. Poca chicha.