Tom, Dick y Harry (1941)

La Ginger Rogers esta preciosa, con unos ojazos de un azul quizás exagerado, en la versión coloreada de la película que en su inicio era en B/N. La historia es como un cuento de la Cenicienta que se deja ver pues los personajes son simpáticos y hasta bastante entrañables. Es un alivio ver estas peliculitas en estos tiempos donde ya apenas se ven estas ingenuas comedias sin mayores pretensiones que el entretener y dejarnos con un buen sabor de boca. El coloreado de la película añade más tono amable a la historia amorosa. La interpretación es correcta y el ritmo también. Destaca la presencia y belleza de la Rogers de la que me acabo de enamorar de sus ojos, su boca y su sonrisa. Igual por eso me gustó en parte este film. Un sencillo mensaje sobre la elección de pareja desde la perspectiva de una mujer trabajadora americana que anhela un marido rico pero con un alegato al amor, finalmente.