Onassis: el hombre más rico del mundo (TV) (1988)

Terminando de ver “Onassis: The Richest Man In The World” (1988) de Waris Hussein con Raul Julia, Jane Seymour, Anthony Quinn, Francesca Annis, Elias Koteas, Beatie Edney, Anthony Zerbe, John Kapelos, Simón Andreu, Lorenzo Quinn, entre otros. Drama de TV, sobre la vida de Aristóteles Sócrates Onassis, el griego que creció hasta convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo, detallando su ascenso al poder, y matrimonios infelices con Athina Livanos y Jacqueline Kennedy, pasando por el trágico suceso que marcó su vida, la muerte de su hijo Alexander, y la única persona que lo quiso realmente: Maria Callas. La película logra puntualizar los momentos más conocidos del magnate, se presenta en viñetas siempre entorno a alguien secundario, en lugar de dar una profundidad de carácter, en base de la historia; salvo su relación con su padre cuando era adolescente, y su “sacrificio” en la guerra entre Grecia y Turquía, donde tuvo un amante militar, viviendo como una “geisha masculina”, todo con tal de lograr sus objetivos. Sin embargo, pasa muy rápido el periodo de ascenso al poder, así cómo logró amasar un gran Imperio Naviero. Definitivamente ésta es más una película melodramática sobre las relaciones de amor del millonario con las mujeres más famosas de su época, en lugar de mostrar una visión biográfica sobre el hombre mismo; así, básicamente, el espectador verá las complejidades de sus relaciones, como la relación intermitente que tuvo con Maria, y las necesidades de Jackie, como la seguridad y el compañerismo, especialmente después de su esposo, El Presidente John Kennedy y su cuñado, Bobby Kennedy fueran asesinados. Del reparto, es complicado: Anthony Quinn y Raul Julia, aunque excelentes en sus papeles, Julia no se parece en nada a Onassis; pero muchos miembros del elenco están a la altura, como Jane Seymour como La Divina, menos su acento; no así Francesca Annis como la viuda Kennedy, que además de no parecerse en nada, la deja muy mal parada. Otro detalle a tomar en cuenta, es la estatura de los actores, pues Aristo era más bajo que Maria, y ésta por su parte cojeaba de una pierna que Jane no lo hace visible; así como el personaje que hace de Battista, el esposo de Maria que no se parece en nada físicamente, pues era mucho más gordo que el actor que lo interpreta. Ni Elias Koteas en su escaparate de primer acto como el joven Aristóteles da la talla, pues es demasiado atractivo, porque en realidad, Aristo era una persona fea, realmente poco agraciada. En general, el filme vale la pena porque el tema es atractivo, con actores de primera clase a pesar de algunas diferencias físicas, y la falta de ahondar en una historia de poder fascinante, de esa que ya no existen, donde se mezclaba la pasión y la tristeza, el dinero y la lujuria; además, muestra la miseria final que enfrenta el naviero, cuando se da cuenta de que todo el dinero del mundo no puede darle algo de felicidad: “Los millones no siempre se suman a lo que un hombre necesita de la vida” Toda una lección.
RECOMENDADA
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