Trailer
- Sinopsis
- Julien es un esquizofrénico que trabaja como ayudante en una escuela para ciegos. Vive con su hermana Pearl, que está embarazada y que no quiere decir quién es el padre, su hermano Chris, su abuela y su dominante padre. La lucha interna del muchacho se va desarrollando a través de encuentros con otros singulares personajes que se cruzan en su vida. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Dogma Cine independiente USA Cine experimental Enfermedad Familia
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1999 / Estados Unidos
- Título original:
- Julien Donkey-Boy
- Duración
- 101 min.
- Guion
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
El verdadero spoiler está escondido
7 de julio de 2017
(Esta crítica puede contener spoilers, aunque siguen sin ser reveladores para el visionado de la película).
Julien donkey boy me resultaba simplemente pasable hasta que llegué casi al final de la película. Ahí es cuando otras imágenes empiezan a encajar. Harmony Korine se aleja de la problemática adolescente de Gummo y Ken Park (de la cual es en parte responsable del guión) y con esta película trasciende al nivel de la tristeza, de lo desadaptado más allá de lo social, que va a desembocar en la esfera de la hondura humana. Todo tiene que ver con la caída, como en la gran caída existencial de la que hablaba Camus, que nos remite a la culpa, la inocencia, o el fatalismo.
No estoy tirando de los pelos una metáfora. El amigo que es muy hábil con sus pies al carecer de manos, la pericia de la bailarina sobre hielo que sale en imágenes borrosas intermitentemente, la niña ciega y la mujer embarazada dando vueltas, no coordinadas pero sí paralelas; la prueba que le pone el padre a su hijo menor al cual entrena y que consiste en hacer un equilibrio imposible y no caer...
Debajo de sus piernas está el drama y la alegoría.
Por otro lado, los contrastes son muy bonitos, bonitos no es la palabra, pero para mi quedan así, como de una melancolía tirando a agria en vez de dulce. El arpa no pinta nada ahí a priori y al ser integrada ves el mundo de contrastes (lo grotesco tiene que ser así).
Julien donkey boy me resultaba simplemente pasable hasta que llegué casi al final de la película. Ahí es cuando otras imágenes empiezan a encajar. Harmony Korine se aleja de la problemática adolescente de Gummo y Ken Park (de la cual es en parte responsable del guión) y con esta película trasciende al nivel de la tristeza, de lo desadaptado más allá de lo social, que va a desembocar en la esfera de la hondura humana. Todo tiene que ver con la caída, como en la gran caída existencial de la que hablaba Camus, que nos remite a la culpa, la inocencia, o el fatalismo.
No estoy tirando de los pelos una metáfora. El amigo que es muy hábil con sus pies al carecer de manos, la pericia de la bailarina sobre hielo que sale en imágenes borrosas intermitentemente, la niña ciega y la mujer embarazada dando vueltas, no coordinadas pero sí paralelas; la prueba que le pone el padre a su hijo menor al cual entrena y que consiste en hacer un equilibrio imposible y no caer...
Debajo de sus piernas está el drama y la alegoría.
Por otro lado, los contrastes son muy bonitos, bonitos no es la palabra, pero para mi quedan así, como de una melancolía tirando a agria en vez de dulce. El arpa no pinta nada ahí a priori y al ser integrada ves el mundo de contrastes (lo grotesco tiene que ser así).
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poesía Underground
9 de diciembre de 2011
Harmony Korine no se centra ni en las miserias de la clase burguesa, ni en las contradicciones de la clase media. Korine se centra en lo anormal, gente con problemas mentales, disminuidos físicos, las familias más disfuncionales, etc.
Inscrita en el movimiento Dogma, sirve para dar veracidad a sus personajes, pareciendo un documental. La historia se centra en una familia con problemas psicológicos, el padre (el director de Werner Herzog) inculca a sus hijos el sueño americano, como se debe triunfar y lo duro y fuerte que hay que ser. Aunque parece ser el más realista es el que esta más alejado de ella (la máscara anti gas como símbolo de no "respirar" la vida) y el más ajeno a los problemas que experimentan sus hijos.
Por otro lado, los hijos, a cada cual más neurótico con problemas como la esquizofrenia o un embarazo cuyo padre no desvelaremos. Ante una vida tan cruel y triste los personajes optaran por diferentes salidas como la religión, la mentira piadosa, la energía interior, la actitud, etc.
La propia salida del director de esta vida cruel y triste será la poesía. Buscar la belleza en lo terrible, como una patinadora bailando en el frío hielo.
Inscrita en el movimiento Dogma, sirve para dar veracidad a sus personajes, pareciendo un documental. La historia se centra en una familia con problemas psicológicos, el padre (el director de Werner Herzog) inculca a sus hijos el sueño americano, como se debe triunfar y lo duro y fuerte que hay que ser. Aunque parece ser el más realista es el que esta más alejado de ella (la máscara anti gas como símbolo de no "respirar" la vida) y el más ajeno a los problemas que experimentan sus hijos.
Por otro lado, los hijos, a cada cual más neurótico con problemas como la esquizofrenia o un embarazo cuyo padre no desvelaremos. Ante una vida tan cruel y triste los personajes optaran por diferentes salidas como la religión, la mentira piadosa, la energía interior, la actitud, etc.
La propia salida del director de esta vida cruel y triste será la poesía. Buscar la belleza en lo terrible, como una patinadora bailando en el frío hielo.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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