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Sembrando ilusiones (1972)

Sembrando ilusiones
108 min.
7,0
279
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Trailer (ITALIANO)
Sinopsis
Una extravagante millonaria que viaja por todo el mundo alquila todos los años en mayo una villa en lo alto de una colina de Roma. Su única pasión son las cartas, y su juego preferido es la "escoba científica". Peppino y Antonia, una pareja de un barrio pobre, esperan pacientemente la llegada de la anciana para jugar contra ella, ganar unos millones de liras y salir de la miseria. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Juego
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Lo scopone scientifico
Duración
108 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1972: David di Donatello: Mejor actor (Alberto Sordi) y mejor actriz (Silvana Mangano)
7
Juegos de cartas y de locos
La comedia italiana en los 70’ ya había alcanzado una madurez importante gracias al aluvión de películas memorables y divertidas que nos han concedido autores como Fellini, Monicelli, Risi o el mismo Comencini. “Sembrando ilusiones” (vaya con las traducciones de los títulos), cuenta con un reparto excepcional e internacional, incluso se comenta que Joseph Cotten tuvo problemas con el director italiano por su “secundaria presencia” en pantalla. Además, encontramos un planteamiento cuanto menos pintoresco, con una Bette Davis haciendo de excéntrica ricachona, obsesionada con apostar a las cartas frente a un desdichado matrimonio, genialmente representado por Alberto Sordi y Silvia Mangano. En la cinta salen a relucir no sólo dos formas de vida contrapuestas, cuya sátira resalta con el enfrentamiento entre el estrambótico comportamiento del cuarteto principal. Sino que también se acompaña gratamente con unos secundarios muy bien expuestos, como es el revoltoso grupo de niños que destaca entre la multitud del pueblo que aguarda entusiasmada el resultado de las partidas de cartas más disparatadas que se recuerdan.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Lo que importa es participar y divertirse... o no.
¿Qué país puede competir contra un cine que tiene a Alberto Sordi? Cualquier cosa que toca, cualquier personaje que elige, cualquier guión lo adapta a su cara de buena persona y lo convierte en algo solemne, sencillo, discreto, honesto, creíble... los adjetivos se acaban y Sordi sigue, su figura llena cualquier recodo de la pantalla y devuelve al espectador la esperanza en que el hombre de la calle, un cualquiera, puede ser importante, alguien. Aquí se rodea de monstruos de la escena y sin embargo su carácter histriónico prevalece por encima de la maravilla de ojos de Bette Davis o del sereno nerviosismo de Silvana Mangano. ¿Y el guión? A estos transalpinos les das una partida de bolos y lo convierten en una obra de arte, más si buscan y rebuscan y vuelven a buscar y a encontrar. Me encanta su cine y me ha encantado este juego de la escoba adonde lo importante no es ganar, sino participar y divertirse... o no.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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