Death House (2017)

Vi los primeros 30 minutos de esto mientras trataba de encontrar una película de terror que valiera la pena ver, hay algunos nombres en el reparto que reconocerás, de películas de terror más antiguas. Supongo que los creadores querían sacar provecho de su estatus de "culto". Adrienne Barbeau, ese tipo de "Cut and Run" con la cabeza de forma extraña, el tipo de "Candyman". Danny Trejo y Tonny Todd creo, el tipo de algunas películas de Rob Zombie, todos necesitaban un cheque de pago, supongo.

La actuación es terrible, la trama es indescifrable, la sangre es mediocre y los decorados y la ropa apestan. Pero la trama en verdad el que acierte de que trata la película mis respetos, es completamente imposible de ver.

Película de terror que tiene como principal atractivo reunir un buen puñado de nombres conocidos en el género de terror, la mayoría de ellos famosos durante los años ochenta, contando con nombres como Kane Hodder (Viernes 13. 7 Parte: Sangre Nueva, 1988), Sid Haig (Los Renegados del Diablo, 2005), Adrienne Barbeau (La Niebla, 1980), Dee Wallace (Critters, 1986), Barbara Crampton (Re-Animator, 1985), Tony Todd (Candyman, El Dominio de la Mente, 1992), Michael Berryman (Las Colinas Tienen Ojos, 1977), Bill Moseley (3 del Infierno, 2019), Vernon Wells (Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera, 1981), Lloyd Kaufman (cofundador de la productora Troma), Felissa Rose (Campamento Sangriento, 1983), y algunos nombres que seguro me dejo.

Un corte eléctrico provoca que dos agentes queden encerrados en una prisión llena de maníacos homicidas. Mientras intentan salir con vida de ese infierno, los agentes descubren algo que sobrepasa el límite del horror.

Si bien habría bastado con que hubieran sacado una trama ridícula que sirviera como vehículo para la lucidez del reparto, en Death House nos pretenden contar una historia confusa que no se llega a entender del todo en ningún momento, además, dicha trama quita las escenas sangrientas y la cantidad de muertes que cualquier espectador que se acerque a este film esperará de el. Las actuaciones resultan, por lo general, insalvables, con todos los actores con el piloto automático puesto, y los papeles, con un claro protagonismo de unos pocos quedando los demás de forma anecdótica, son pobres y con un desarrollo nulo. Las muertes existentes no resultan en nada del otro mundo, en gran parte debido a una dirección, a cargo de Harrison Smith (Zombie Killers: Elephant's Graveyard, 2015), que resulta bastante pobre.

Death House podría haber sido una propuesta interesante con poco que hubieran sabido sacarle partido al increíble reparto con el que contaban, pero en vez de esto, optan por una historia confusa que no termina de explicarse en ningún momento pero ocupa demasiada parte del metraje.

Nota personal 2/10