Sonata en Tokyo (2008)

Cuando acabas de ver esta película, enseguida te asalta la sensación de que durante un rato se te ha permitido ver sin ser visto. Los personajes que deambulan por el film lo hacen de manera austera, pulcra, dejándose llevar por una realidad que se impone. Partiendo de los esquemas más rígidos de la sociedad nipona hasta llegar a una cota tan alta que no queda más opción que renacer de algún modo.

Retrato en sepia de una familia cualquiera con una historia cualquiera, pero común. Verdadero mapa de los sonidos de Tokyo, pero también de las emociones contenidas, de la comunicación escueta y de la sociedad auto-opresora.

Lo mejor es su dirección, precisa, sosegada, capturando sólo lo imprescindible para hacer la historia comprensible al espectador. Rodada con escasez de medios pero con grandes dosis de buen hacer por parte de Kiyoshi Kurosawa.

Para todos los amantes de un cine directo y sin trampas, que es capaz de mostrarnos la sordidez humana, pero dejando siempre la puerta abierta a la esperanza.

Hay pasos que se dan en la vida, como si esta fuera una sonata. En ocasiones esos pasos se dan intentando ir rumbo a un nuevo comienzo, un volver a empezar. Y eso es porque a veces ocurre que todo anda tan absolutamente mal que necesitamos cambiar la dirección de nuestros pasos, y dejar de malgastar energías en metas y objetivos que fueron próximos en un tiempo dado, pero se ven convertidos en lejanos espejismos en el momento que te paras a observar donde estas.

Tokyo Sonata trata la paulatina disolución y casi desintegración de una familia Japonesa en nuestros días, lo cual bien puede servir de muestra y ejemplo universal.
El padre pierde su empleo y lo intenta ocultar como puede, busca otro puesto, mientras acude a un reparto de comida callejero a diario. Todo esto para mantener la estructura familiar intacta y su autoridad como cabeza de familia no se resquebraje por completo, algo en lo que ya han ahondado películas como la española La vida de Nadie, o la francesa El adversario.
Y más concretamente en lo que al vació de las horas del día se refiere, Los lunes al sol tambien podria servir de referencia. Porque tambien entra en juego la camaraderia y/o la amistad entre iguales, inmersos en las mismas malas cirscunstancias, matando el tiempo. Aquí plasmada en el compañero con el que se reencuentra, y que da lugar a un momento tragico, visto desde la distancia de lo pasado sin hacer ruido en forma de imagenes, y que bien puede servir de advertencia para el personaje del padre. Posteriormente hay un cambio, acepta un empleo como limpiador en unos grandes almacenes, y evoluciona la historia, esparciendose por los demas miembros de la familia.

Lo que significa que aunque la historia del padre se lleva un gran protagonismo y gran parte de la atencion de la película, deja aire para poder mirar por la mirilla de la puerta de la casa, y ver la vida anclada en la rutina de la madre. Que mas adelante encuentra una vía de escape en una experiencia a priori negativa.
Y los dos hijos. El mayor barruntando la idea de servir en el ejercito estadounidense, y el pequeño con un sueño, el de la música, y sus clases a escondidas.

(Continua en el spoiler)