El gran chantaje (1976)

Muy entretenida película del maestro de la serie de acción italiana C y a veces D, Enzo G. Castelleri, con total sentido, marca en él, para el espectáculo.
En esta ocasión narra una historia de corrupción policial y judicial, con luchas cruentas entre la Policía italiana y gángsters autóctonos y provenientes de otros países como Francia.
Las escenas de acción están muy bien rodadas, como por ejemplo el largo tiroteo entre Policía y criminales en la estación del tren, resultando también interesante las diatribas de la pareja protagonista policial en lucha contra los altos estamentos que no dudan en tener mano blanda para con los criminales mientras a ellos les aprietan y si es preciso juzgan.
Con un ritmo brioso y constante y apariciones sucesivas de interesantes personajes, cada uno con su peculiar personalidad, la cinta se vuelve más y más amena, a pesar de que cada vez resulte menos creíble, pero esto es cine y se agradece que Castellari no tenga sentido de la medida en cuanto a escenas violentas y crueles (que actualmente no pasarían la pacata censura universal que se está imponiendo en el cine).
Una historia que bebe de otras de parecido y distinto pelo pero con personalidad propia, que hace se disfrute desde el principio hasta el final.
Pegadiza y acertada música de De Angelis, buena fotografía de Marcello Masciocchi y estupendo montaje.

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El sargento Palmieri anda tras la pista de una banda mafiosa que extorsiona a los comerciantes de Roma, pero sus superiores le ponen trabas así que decide tirar por la calle del medio y unir fuerzas con un peculiar grupo (un mafiosillo local, un carterista, un tirador olímpico, un tabernero víctima de los malos, un preso experto en usar la metralleta) y montar una escabechina de la que no saldrá indemne ni el apuntador.

"Forajidos 77" o "El gran chantaje" (se distribuyó bajo los dos títulos en su momento) es uno de los poliziotteschi (filmes policíacos italianos de los 70) más violentos nunca rodados, y dado que hablamos de un subgénero conocido entre otras cosas por su tendencia a los excesos violentos, aquí no falta de nada: sopapos, coches despeñados con gente dentro, explosiones, violaciones, tiroteos a parar un carro, atropellos, gente quemada viva...Los malvados son sádicos y violentos, pero la pandilla del héroe no se queda atrás en su afán de hacer justicia.

La dirección de Enzo G. Castellari es algo menos chapucera que en otras ocasiones (de hecho hay escenas bastante bien rodadas), el ritmo es trepidante, las secuencias de acción son muchas y en su mayoría están muy bien logradas, y el conjunto es salvajemente divertido. También es cierto que las interpretaciones no ganarán un Oscar, que el guión está lleno de giros tan exagerados que no hay quien se lo crea, y que la película en sí misma desprende un tufillo bastante reaccionario. Lo comido por lo servido.

Como película de acción y crimen concebida para garantizar un rato de diversión descerebrada, funciona perfectamente bien. Como leí no sé dónde de ella, plomo promete, y plomo es lo que da. Y en cantidades industriales además.