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Notas de amor (2011)

Notas de amor
116 min.
6,1
1.479
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Tráiler (INGLÉS)
Sinopsis
“Take This Waltz” (título de una canción de Leonard Cohen) es la historia de una joven implicada en un triángulo amoroso con dos hombres. Margot (Michelle Williams) conoce a Daniel (Luke Kirby) y la atracción entre ambos es intensa e inmediata. Al principio, ella rechaza la situación por el bien de su matrimonio con Lou (Seth Rogen), un reconocido autor de libros de cocina, pero después se deja arrastrar por el deseo y cae en la tentación. Esta relación la lleva a plantearse qué es lo que quiere en una relación amorosa y quién es ella en realidad. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Drama Drama romántico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
Take This Waltz
Duración
116 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2011: Festival de San Sebastián: Sección oficial a concurso
2011: Festival de Toronto: Sección oficial a concurso
2011: Premios Genie (Canadá): 2 nominaciones
7
Cine muy indie
“Una historia cursi y babosa de amor y adulterio. Te pone enfermo a los diez minutos y dura dos horas”, “recital de lugares comunes, ripios absurdos y miradas al cielo, melodías indies, personajes inmaduros y grandes frases para el olvido”. Con estás valoraciones en mente, provenientes de dos críticos de enorme prestigio, me presenté a ver esta película. Uno, que a veces hace cosas que no se explican…

El comienzo no pudo ser más aterrador. Cada palabra descrita anteriormente se ajustaba a las imágenes que desfilaban por la pantalla con una perfección milimétrica. Los primeros minutos se me antojaron torpes, con unos diálogos que buscando el ingenio, se percibían artificiales y absurdos, con imágenes que pretendían transmitir emociones y solo mostraban a personajes superficiales.

Creo que estos dos críticos debieron quedarse dormidos y no vieron el resto. O quizá, muy probablemente, los prejuicios instalados en estos primeros compases les impidieron disfrutar del film.

Pues a partir de aquí, Take This Waltz parece sacudirse la pereza y empezar a contar una historia que si bien es cierto que no es original, si que está tratada de forma muy emotiva, que no melodramática.

Sarah Polley dirige aquí su segunda película tras Lejos de ella, con la que además estuvo nominada al Óscar al mejor guión adaptado. Su dirección agarra con fuerza la influencia del cine de Isabel Coixet, con quien ha trabajado en dos ocasiones como actriz en la genial Mi vida sin mí, y la notable La vida secreta de las palabras (en ambos casos como protagonista).

Se trata de una película cambiante, no sólo en cuanto a su interés y calidad, sino también en cuanto al género en el que se sitúa. Comienza como una comedia romántica, y poco a poco va virando hacia el drama, parte en mi opinión más conseguida.

La dirección es sencilla (salvo ciertas licencias que la directora se permite), aunque sí puede abusar de la música en ciertos tramos. Los colores están muy saturados, una decisión acorde a la primera mitad del film donde la comedia es la clave dominante.

Estoy de acuerdo en que los personajes son inmaduros (no todos). La protagonista lo es, pero no considero esto un defecto del film, sino que es un rasgo del personaje. De echo, Take This Waltz trata en gran parte de esto. De la inmadurez de una sociedad que busca el enamoramiento continuado y sostenido, de la tragedia de una sociedad en la que las parejas son destruidas de forma rutinaria debido a una idea equivocada del amor.

¿Es esto nuevo? No lo es. Pero es interesante que de vez en cuando nos lo recuerden.
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31 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sarah Polley se suelta el pelo como directora.
Cualquier persona que vea las dos películas que ha dirigido la actriz Sarah Polley, sin saber que es ella la que está detrás de la cámara, sería incapaz de deducir que es la misma persona quien las ha dirigido. Las dos son dos historias de amor, pero más allá de eso no hay ni una sola coincidencia más. En su primera película, Lejos de ella, todo era emoción contenida y sobriedad al servicio de una historia de amor otoñal. Con Take this waltz, su segunda película, cambia el tono, cambia la forma, cambia el estilo y cambia a un trío de la tercera edad por un trío que, acercándose a los treinta, viven el amor con la ilusión de unos adolescentes.
La película comienza de forma curiosa. En un espectáculo folclórico para turistas coinciden un chico y una chica, y la curiosidad mutua hace que no se olviden de sus respectivas caras. Caras que vuelven a encontrarse en el avión de vuelta a sus respectivas casas. Casas que se encuentran en la misma calle de la misma ciudad, justo una enfrente de la otra. Para ese momento la complicidad entre ellos y el juego de la seducción ha comenzado. Solo hay un problema, y es que ella está casada, y enamorada de sus marido. Pero la chispa ha saltado entre ellos y eso es algo que ella no podrá evitar. A partir de ese momento comienza un juego entre los dos, inofensivo al principio pero que con el tiempo pondrá a la protagonista en la difícil situación de tener que hacer algo que odia profundamente, elegir.
Con esta historia, que ella misma escribe, Sarah Polley ha decidido soltarse el pelo como directora y nos ofrece una película llena de tics visuales, juegos musicales, luces, colorido y un punto de innecesaria provocación en alguna secuencia que, no por brillante, resulta menos innecesaria. En esta ocasión la directora ha optado por ser ella también protagonista de la película y su presencia se hace notar constantemente de forma original, ingeniosa, divertida, pero en más de una ocasión tambien excesiva.
Todo esto sería un problema si la película no tuviera nada que contar. Pero Take this waltz contiene una historia que funciona perfectamente en su aspecto más superficial y lúdico, pero que consigue tocar la fribra con un trasfondo que en ocasiones resulta más profundo. Las dudas de Margot entre el cariño y el respeto hacia la rutina que representa su marido, y la pasión y la inseguridad que le ofrece su vecino son perfectamente creibles. Escenas como aquella en la que Margot reprocha a su marido lo harta que está de intentar seducirle sin obtener respuesta por parte de él, sirven para valorar la historia más allá de su brillante superficie.
Por otra parte sí que es cierto que la relación del matrimonio está descrita de forma a veces estomagante, con situaciones que rozan la cursileria más cansina. En cambio cuando Margot y su vecino están juntos las escenas rebosan encanto en la mayoría de los casos.
(sigue en spoiler)
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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