Los invencibles (1969)

Película extraordinariamente dirigida por Andrew V. McLaglen que encadeno una serie de westerns consecutivos muy notables. Cuenta con un guion que podría parecer alocado en un principio, pues discurre entre el final de la guerra entre la guerra de sucesión americana entre yankees y sureños y la lucha por el poder entre el emperador Maximiliano y el golpista Juarez en México. El western esta dirigido con solvencia, pese a no contar con el final que todos esperábamos, no le falta de nada guerras, conflictos, frases celebres, amistad etc. Destacar el gran elenco dentro del reparto y no son otros que 2 actores que se comían la pantalla con sus actuaciones y estos no son otros que el gran John Wayne y el atractivo Rock Hudson.
Finalmente destacar que esta es una de esas películas junto con valor de ley, en las que salen gatitos entrañables para el recuerdo, como son el capitán Price y el de esta cinta, que no recuerdo como se llama, pero al que John Wayne se refiere como "el gato sarnoso del Sr Mccartney".

“Los indestructibles” podría haber sido un muy buen western si hubiera prevalecido algo de sentido común entre los guionistas, para tener coherencia en desarrollar una historia en la que progresivamente, además de su marcado y sectorial ideología derechista (se nota que entre ellos está el autor de “Boinas verdes”), se va mezclando churras con merinas sin que se ofrezca la menor explicación al respecto.

El gran problema como digo es que no saben que es lo que buscan ni quieren al desarrollar la historia. ¿Alguien entiende en realidad que hacen los confederados en México? ¿Y el cambio de actitud de pasar de apoyar a Maximiliano I a Benito Juárez sin apenas motivo? ¿Por qué los norteamericanos tienen esa francofobia histórica, acaso olvidan que sin ellos –y sin nosotros- su país no se hubiera independizado al menos en la fecha y en la forma que se produjo? Por no hablar de los coroneles, que se comportan de manera un tanto irrisoria ante cuestiones políticas de alto calado.

Además los dos actores protagonista no consiguen brillar, sobre todo un nada convincente Rock Hudson, que le quedaba menos cine que al propio John Wayne, que tan sólo se limita a estar en un papel que no aporta excesivamente nada nuevo a su carrera.

En el lado positivo, tenemos unas estupendas localizaciones en Durango y Baton Rouge, magníficamente fotografiadas por William H. Clothier, uno de los hombres de confianza de John Ford y buenas escenas de acción, aunque un tanto confusas.

También se percibe que dentro de la filmografía de McLaglen, estamos asistiendo a sus mejores momentos como director pero aún así no es en absoluto suficiente para que la podamos verdaderamente recomendar.

Por cierto en esta película John Wayne sufrió una grave caída a caballo que le apartó más de dos semanas del rodaje y estuvo a punto de hacerle abandonar la película.

Americanada de las buenas, con una visión foránea un tanto xenófoba, pero que al menos servirá para recordar muchas viejas y encantadoras melodías del oeste que están constantemente sonando en el film.

Nota: 5,5