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Fingers at the Window (1942)

7
Tanto hacha, tanto hacha...
A mí esta película me ha recordado a esas novelitas que, los que tenemos ya cierta edad, comprábamos en los quioscos alternando las de misterio con las de el Oeste o Ciencia ficción, aventuras o románticas a duro la novela y que no pocos placeres nos ha proporcionado. Ya saben las novelas pulp que han servido de entrenamiento y formación a los que luego serían grandes autores consagrados en todos los géneros.
Basada en un relato de Rose Caylor también coautora del guion, la cinta nos ofrece un suave e intrigante misterio mezclado con ciertos toques de comedia romántica que endulzan bastante la, aparente, sordidez y dureza de la historia.
Una serie de terroríficos crímenes están asolando la ciudad de Chicago. La ciudad parece estar bajo el influjo de una extraña epidemia ya que una banda de maníacos homicidas actúan sembrando el terror, descuartizando a sus víctimas con un hacha.
Edwina Brown ( Laraine Day), ha escapado por los pelos gracias a la intervención de Duffy ( Lew Ayres), un desocupado actor que pasaba por allí. Pero cuando ella sea agredida por segunda vez, habrá razones suficientes para suponer que las víctimas no son elegidas al azar y que los lunáticos parecen seguir unas pautas establecidas a la orden de una mano negra oculta, fría y racional.
La película asume dos tonos bastante diferenciados. Uno, distendido, suave y en algunos aspectos cómico ( el personaje de Laraine Day creo que es cómico y deliberadamente ingenuo, también el del protagonista es desenfadado y jocoso), con otro más negro y sórdido, con la trama de los asesinatos y el personaje de Basil Rathbone que está excelente como siempre.
Esto, no sé si terminará de satisfacer a los amantes del crimen más puro, que quizá echen de menos más negrura y menos comedia y que podría dotarlo de más nervio y contundencia, pero así las cosas, a mí me parece que resulta una grata intriga lo suficientemente atrapante con leve suspense que proporciona agradable entretenimiento aderezado con una pizca de amor y sonrisas y narrado con fluidez y buenas interpretaciones. Una buena ensalada de fácil digestión. Que aproveche.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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