arrow

Argentina, tierra de amor y venganza (Serie de TV) (2019)

Argentina, tierra de amor y venganza (Serie de TV)
60 min.
5,0
55
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Serie de TV (2019-2023). 2 temporadas. 330 episodios. Dos amigos españoles se ven envueltos en el horror de la Guerra Civil de su país; ellos conseguirán salir con vida de ese infierno. Sin embargo, la amistad que supieron forjar en esos tiempos de adversidad se verá corrompida por la traición. Ante una nación devastada por el conflicto bélico, la Argentina se vislumbrará como el horizonte ideal para resurgir. Hacia allí partirán los otrora amigos, en tiempos distintos y con suerte dispar. Torcuato (Vicuña), por caso, será quien consiga los mayores beneficios en este próspero suelo americano. Por su parte, Bruno (Baró) se verá perjudicado y llegará con más rezago a la “tierra prometida”. Pero para otros inmigrantes, en especial las mujeres, esta nación que promete un futuro venturoso será la que las sucumba al peor de los calvarios. Ilusionada con la promesa de un posible matrimonio con un acaudalado argentino, Raquel (Suárez) se subirá al barco y cruzará el Atlántico. Pero al llegar, comprobará rápidamente el fraude. Su destino será otro: el burdel. Moretti (Heredia), uno de los principales promotores del vapor que traslada a europeos a la Argentina, conocerá a bordo a la ingenua joven y será quien intente rescatarla de la red de trata en la que se verá inmersa.
Género
Serie de TV Drama Inmigración Años 30 Telenovela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Argentina Argentina
Título original:
Argentina, tierra de amor y venganza
Duración
60 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
4
AHORA, Y EN CIEN AÑOS MÁS, LAS COSAS VAN A SER IGUAL
Creo que el comienzo del tema musical que caracteriza esta serie (muy bueno, por cierto, felicitaciones a Abel Pintos) resume la idea que da origen a esta crítica. La novela televisiva aún no ha finalizado su temporada, pero nada impide que ya pueda, a estas alturas y sobre sus capítulos finales, esbozar un concepto de todo (y lo poco) lo que pudo demostrar hasta ahora. Quiero decir con ello que la trama, que en su inicio insinuaba la promesa de un mejor producto va a continuar con su mediocridad, así pasen cien capítulos.
La intención era buena: ofrecer al principio una telenovela que se apartara de los cánones de las producciones argentinas (hechas en su gran mayoría con premura, grabación de varios capítulos en un día carentes de ensayo para abaratar costos, con dirección errática y por sobretodo, un marcado descuido en el desempeño actoral de los protagonistas). Quizás se aspiraba a mostrar algún resultado de mayor calidad, tal como ocurriera con ciertas superproducciones brasileñas, como "O bem amado", "Amazonia" o "El Clon", entre otras tantas.
No fue así. Todo quedó en el intento y volvió a caer en la fácil solución de acudir a la improvisación y a estirar innecesariamente una historia para aprovechar el rating de un público sin mayores pretensiones.
El primer dardo debe ser lanzado lamentablemente hacia el grupo de intérpretes, que es bien nutrido.
Pero, nobleza obliga, primero es justo destacar a quienes, dentro de un contexto imperfecto, vienen sosteniendo con su esfuerzo y talentos personales este emprendimiento fallido para que no caiga abruptamente. Todo ello, merced a sus calidades actorales innatas y apelando a jugadas aisladas y excepcionales, como ocurre con las individualidades en el fútbol, cuando cargan sobre sus hombros el salvataje de un equipo desarticulado y desparejo. En tal categoría puede situarse a Fernán Mirás (un personaje tragicómico que podría haber sido antológico de no haber sido por las fatigosas repeticiones a las que se ha visto obligado como consecuencia del estiramiento de una temporada que debiera haberse limitado a dos meses, como máximo). Aquí, y por idénticos motivos y en orden descendente, debe incluirse con méritos a Mercedes Funes, Virginia Innocenti, Federico Salles (una joven promesa que seguramente va a ir trascendiendo y que se ya se luciera en la película "Animal" de Armando Bó), María Eugenia Suárez (más conocida como "La China Suárez"), Benjamín Vicuña, Julia Calvo (la italiana Serafina que ya fue eliminada del programa, un tanto sobreactuada pero eficaz en comparación a su entorno) y Franco Quercia (un conflictuado y convincente Malek). En otro escalón pueden ubicarse, en un nivel parejo, a Mariano Saborido (un Paco Jamandreu más querible y simpático que su original), Matías Mayer, Gastón Cocchiarale, Albert Baró (quien despertó mucha expectativa por tratarse de un auténtico catalán como el Bruno al que le tocó encarnar y su procedencia de una exitosa serie española como "Merlí". Se defiende como puede a raíz de un guión que no ayuda a ninguno de los participantes) y Diego Domínguez (un gran fumador que no puede llevar adelante una escena sin la ayuda de un cigarrillo entre sus dedos).
Luego siguen los más flojos o quienes quizás quisieron y no pudieron. O bien que por su popularidad entre el público más joven fueron incluidos como "enganche" de audiencia y no estaban a la altura de las circunstancias.
En este grupo están Delfina Chaves (linda chica con una dicción irritante, tonos monocordes y sin expresión corporal adquirida, que oscila constantemente entre la sonrisa o el ceño fruncido y la mirada hacia el suelo conforme le requiera mostrarse feliz o enojada. Nada más). Empero, con tales carencias, le confiaron uno de los personajes principales, Gonzalo Heredia (un galancete que como actor está solo en los cimientos básicos), Malena Sánchez y Candela Vetrano (se trata de dos lindas chicas, al igual que la Chaves, que conforman junto a Heredia a los Moretti, y quizás por contagio con esta genética ficticia, los tres no saben qué hacer con las manos y los tonos en cada una de sus incursiones).
Párrafo aparte para Andrea Frigerio. No nació actriz, fue una modelo convertida en tal y dentro de sus limitaciones histriónicas aceptó la apuesta, primero como una regente de prostíbulo inescrupulosa y malvada, que por razones inexplicables se va humanizando y haciéndose solidaria de la noche a la mañana con las pupilas a las que venía sometiendo.
En lo que atañe al guión, dirección y producción, muy reprochables. Se ha querido situar la acción en la Argentina de 1938 primero y la de 1940 después y no se lo logró en lo más mínimo tal cometido. Es más, puede pensarse que hasta se trabajó sin convicciones, desde que nunca se logró la ambientación de esas épocas. Se registraron errores garrafales, como la forma de hablar de los actores, que no pudieron abandonar momentáneamente el siglo XXI, es decir, con tonos acordes a los modismos actuales y deslizando expresiones ajenas a la etapa temporal donde pretendió instalarse la historia, tales como "obvio", "olvidate", entre otras tantas que se constituyeron en "perlas" negligentes o insultos que hoy se han naturalizado y pasan desapercibidos, pero que en 1940 hubieran desencadenado una significativa lesión ofensiva para quien los recibiera. Nada de música ambiental relacionada con aquellos años, que fueron pródigos en intérpretes y compositores de jerarquía. Nada de vestuario, maquillajes, cortes de cabello uniformes en el elenco, acordes a la era que se quiso retratar infructuosamente.
En síntesis, se trata de una experiencia fallida, basada más en el rédito económico que en el afán de dejar un legado trascendente que pudiera cambiar el magro nivel que hoy caracteriza a la televisión argentina.
No obstante, seguramente el año próximo tendremos novedades en nuestro "Oscar criollo", el Martín Fierro, con las premiaciones inmerecidas a las que nos tiene acostumbrados.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Argentina, tierra de amor y venganza (Serie de TV)
Fichas más visitadas