Crazy Love (1987)

Hace mucho que una película no lograba impactarme, perturbarme e identificarme con esta, y es que Crazy love ha logrado todos estos efectos en mi en una historia llena del cine lynchiniano de los 80s, tomando como premisa la tormentosa vida de un hombre durante 3 diferentes etapas.

Primera etapa: La niñez
Harry (nuestro personaje principal) es un niño fascinado con las historias de amor en el cine, en especial las fantásticas, pero cuando un amigo suyo le enseña sobre la sexualidad su mundo de fantasía se hace mil pedazos, observando la verdadera vida real. El director muestra un gran trabajo de los cambios de la niñez a la adolescencia como nadie, y al mismo tiempo nos envuelve en una especie de “mundo raro” a lo David Lynch, en ojos del protagonista. Redonda primera parte.

Segunda etapa: La adolescencia
Consecuencia de su niñez, el uso inadecuado de la masturbación (mito sexual sobre esta práctica) ha dejado en la cara y cuerpo de Harry problemas de acne de manera retórica usando una gran hipérbole. Ahora debe enfrentarse al rechazo de gran parte de la sociedad y burlas de sus compañeros, sufriendo y atormentado pues esta enamorado. Nuevamente hay referencias a Lynch, no es difícil recordar las deformidades de El hombre elefante, el director logra hacer que sintamos lastima por este personaje, pero no la ternura que sentimos por John Merrick, aun asi logra escenas sobresalientes como el baile con papel de baño en la cara, un momento totalmente mágico para nuestro personaje, añorando su vida de fantasía.

Tercera etapa: La adulta
Toda la vida sufrida de Harry se refleja aqui, no le queda nada, y ahora es una persona que oculta sus penas bajo los efectos del alcohol. No arruinare el final de esta maravillosa historia, pero es esta última parte la que no logra hacer que Crazy love se convierta totalmente en una obra maestra, siendo la mas floja de las 3 etapas. Aun asi seguimos viendo cine lynchiniano, recordando la locura del personaje de Dennis Hopper en Terciopelo azul en Harry.

Lamentablemente muy pocos han visto esta película tan perturbadora como maravillosa, es una de las mejores películas del cine de los 80s, que seguramente en manos de un director más conocido seria más reconocida y alabada por mas gente.

En la -increíblemente- poco conocida Crazy Love, presenciamos la frustrante vida sexual de Harry Voss en tres momentos específicos de su vida: niñez (10), adolescencia (19) y adultez (33). Voss, como uno de los personajes autobiográficos que creó Charles Bukowski, es un alcohólico que a lo largo de su vida ha experimentado el rechazo por parte del sexo femenino, lo que lo va forjando como un hombre solitario, con miedo social y con tendencia a la autodestrucción.

Vale decir que Bukowski aseguró que el terrible acné vulgaris que lo azotó en la adolescencia le causó el rechazo de la sociedad, en especial de las mujeres, generando una frustración que lo llevó a construir personajes con cierta reminiscencia biográfica.

La cinta tiene un formato sencillo, con tres momentos claramente identificables, en los que las tramas, los escenarios, el vestuario y los actores cambian totalmente.

Los tres actos están muy bien construidos, cada uno dotado de diferente tono y esencia: el de la niñez está cargado de inocencia, con un Voss inexperto y con afán de descubrir su sexualidad; el de la adolescencia es un relato semi-paródico, crudo, incómodo y con cierta carga de crítica a los valores estéticos imperantes; en el último, adultez, tenemos a un protagonista derrotado por la vida y por el alcohol. Es el acto más oscuro de todos, con elementos neoir-thriller, pero con una potente carga trágica y poético.

Cinta que versa sobre las distintas etapas de la vida, la derrota, la amistad y, aunque no lo crean: sobre el amor. Pero especialmente sobre el sexo. El sexo como motor de la historia humana.

Filme que recomiendo mucho y que considero una joya sin descubrir por el gran público.