El sexo lo cambia todo (2002)

-Divertida da cabeça aos pés!; dice el poster sin complejo alguno. Al que escribió eso le daba yo un fuerte golpe en la cabeça con el pés. Por mentiroso.
Si ni el mismísimo Tarantino sería capaz de sacar jugo a la premisa que nos presenta el título que nos ocupa, imaginen el resultado en manos de un fulano cualesquiera como lo es el tal Lacerda. El fruto final de tantos días de trabajo, una majadería absoluta.

Jorge Sanz ya se puso el listón muy alto en la serie en la que encarnaba a un ET, pero vaya tela, créanme que aquí se supera. El Sanz hace de español que se hace pasar por cubano. El tío habla con acento (cubano) raro y torpe, por lo que los inocentes televidentes creemos en un principio que así lo exige su guión. Pero no, luego hay partes en las que habla con su castellano más castizo y sigue con la misma torpeza oral. En resumen, el tío es malo de cojones.

Dice el otro insensato que se atrevió a escribir crítica a esta peli (ojo, insensato como yo), que lo único destacable son las escenas eróticas... pues tampoco. Un par de pezones tomando aire fresco y poco más.

Si esta peli se te pone a tiro, échate para un lado y déjala pasar de largo. Porque si la ves, tendrás la irresistible necesidad de escribir una crítica para ponerla a caldo... y "El sexo lo cambia todo" no merece ni un comentario más.

Es una historia un tanto absurda de como la tía le manda 5000 dólares a su sobrina en un tacón, pero hasta la mitad de la película no lo hace, cuando es la trama de la película por así decirlo. Es muy floja, la salva el erotismo que tiene, típica de estas películas sin argumento. Jorge Sanz, que apuntaba buenas maneras en sus comienzos, se quedó por el camino y lo manifiesta en este tipo de películas. Creo que podía haber llegado a más.