Crimen y castigo (TV) (1998)

Estaban bien aquellas producciones para televisión enmarcadas dentro de la serie “Grandes Relatos”, sobre todo porque a finales de los noventa era un riesgo con el boom del ordenador, las consolas e Internet, montarte un tinglado como aquello, para llevar a los clásicos de la literatura a la pantalla.

Tampoco es que fueran la quinta esencia, sobre todo porque contaban con bastante presupuesto, muy buenos actores, pero es verdad que les faltaba alma, aquellos capítulos no terminaban de hacerse con profundidad, daba la sensación que era un partido amistoso contra el SIDA, donde todo el reparto participaba pero sin dejarse la piel en cada plano.

A “Crimen y castigo” le pasa lo mismo es básicamente una película que va de más a menos, destaca la primera parte, hasta el homicidio de la prestamista y su hermana, ahí nos encontramos con una buena obra de intriga que roza el cine negro, a partir de ahí la película se va diluyendo, y es que es la novela de Dostoieyski es precisamente una obra psicológica, y es muy difícil llevarla a la pantalla, resolverlo como hace Joseph Sargent –por cierto un muy aceptable director de cine, “Pelham 1, 2, 3” es un clásico setentero, lastima que se pasara a la televisión tan pronto-, lo resuelve de forma y manera grotesca, sobre todo el episodio de las pesadillas del protagonista.

Los actores están convincentes, Patrick Dempsey, es una especie de mini Sean Penn, pero ante todo es mini. Ben Kingsley no está mal, pero no termina de involucrarse en la historia para ofrecer más carga dramática.

Con todo y con ello, la película no deja de ser una buena propuesta para acercarse a la literatura rusa, aunque desgraciadamente no creo que anime excesivamente su visionado a la lectura, que tanta falta hace en este país.

Nota: 5,4.