Sostiene Pereira (1996)

Hacer de la sencillez virtud. El señor Roberto Faenza no necesita otra cosa que aplicar este sencillo axioma para regalarnos esta magnífica, delicada y soberbia muestra de como se puede llegar a transmitir un mensaje sin necesidad de caer en efectismos ni en dramones folletinescos.

Claro está que no todo radica en la pulcritud del metraje, tambien contirbuyen las excelentes inerpretaciones de todo el elenco y en especial la de un grandioso Marcello Mastroianni, capaz de hacernos olvidar que es un actor y hacernos creer que él es Pereira.

Lo que transmite la película no es sólo la denuncia del fascismo per se, sino su capacidad para anular las voluntades de los hombres para acomodarse, para cerrar los ojos y hacer como si nada estuviera pasando. Por ello el film es tan creible y tan conmovedor, porque no se trata de mostrar a un superheroe, sino la vida de un simple hombre que se decide poco a poco a inciar una revolución; no la de un pueblo sino la suya propia, la interior, la que le permita ser libre y por ende estar vivo de verdad, con todas sus consecuencias.

Por ello "Sostiene Pereira" es una película que puede ser formalmente plana, que no aporte ninguna novedad técnica, ni arriesgue en estructura, pero todo ello deja de importar cuando se percibe que detrás de cada fotograma hay honestidad, hay humanismo, hay, en definitiva, una apelación directa a nuestro corazón para evitar que la famosa frase de Burke "sólo es menester para que triunfe el mal que los hombres buenos se abstengan de actuar" vuelva a ser una realidad.

Lo mejor: Marcello Mastroianni
Lo peor: Que sea una película prácticamente desconocida.

Al fin, la Literatura encuentra su lugar en el Cine (ambas disciplinas con mayúscula). Una historia simple de Tabucchi, que no tardará en adquirir poderosas connotaciones morales, sorprendentemente construída en lenguaje judicial.
Pereira (una actuación soberbia hasta las lágrimas de Marcello Mastroianni) es un periodista viudo y mediocre, próximo a jubilarse, autor de necrológicas en la la página cultural de un diario de Lisboa, afín al salazarismo. Nada parece poder alterar la vida gris del obeso Pereira hasta que fortuitamente se vincula con un grupo de jóvenes idealistas. El asesinato de uno de ellos lo sacará de su medianía y lo llevará a su propio encuentro. El final es emocionante. Notables Stéfano Dionisi y Daniel Auteuil. La dirección de Faenza es impecable. Un film bello y emotivo, sin golpes bajos. Para atesorar.