Seres queridos (2004)

El cine español nos sorprende con un tipo de comedia no muy usual en nuestro cine que desgraciadamente, prefiere provocar sus risas con un humor bastante más burdo al estilo de Torrente o Días de Fútbol, que logran reventar taquillas dejando a la sombra películas que no cuentan con una promoción tan masiva ni con ningún Tejero que haga de gancho.

Como si de los padres de ella se tratase, la premisa inicial de la cinta es la presentación del novio de Maria Aguilera a su familia, para después tornarse a una comedia teatral, algo negra y muy muy dinámica. Los esperpénticos personajes que habitan en la casa donde se desarrolla la mayor parte de la cinta, no tienen desperdicio, cada uno con su perfecta forma de ser bastante extremista pero no muy disparatada encajan las piezas de esta comedia coral que cuenta con un guión muy ágil, en el que se suceden los chistes, y tienen lugar algunos gags para el recuerdo. A destacar también la música que imprime a las velocidad y disparate.

El reparto se adecúa muy bien a la situación por lo que la familia nos resulta bastante creíble y eso acentúa el humor. Guillermo Toledo siempre en su línea de comedia que tan popular le esta haciendo y Marían Aguilera, que tras despegar en Al salir de clase, con esta cinta demuestra que está capacitada para seguir en la gran pantalla.

Resumiendo, tendremos que seguir tragandonos infumables comedias españolas como "Noche de Reyes" o "Escual de Seducción", para encontrar joyitas como "Seres queridos" o "Descongélate" y es que el con el cine español nunca se sabe...

Lo mejor: El perfil de personajes. El toque doméstico y ágil.
Lo peor: Los que la tachen de poca cosa.

Pese a lo forzoso de algunas escenas y diálogos, y el tremendo lío que a veces forma la realización confusa del filme, más bien cercano al teatro que al cine, me he encontrado, ante todo, con una muy agradable sorpresa. Se trata de una película alocada, divertida, frenética y con varios personajes asombrosamente logradísimos, como el fastuoso personaje de David (con un divertidísimo Fernando Ramallo), o el original Dudu (Max Berliner), con momentos absolutamente desternillantes y una gran capacidad de enganche, que además toca un tema de gran actualidad como es el conflicto palestino-israelí. Algunas escenas sobran, pero son bastante "made in Spain", aunque al fin y al cabo, no disminuyen para nada el gran resultado general.
En definitiva, muy recomendable, porque les hará reir, les hará reflexionar y les hará disfrutar del buen cine español. Un 7,3.