La sombra de la noche (1997)

Si un tipo esta sentado tranquilo en su sofá sin saber que bajo su asiento hay una bomba, pero el público se pone nervioso porque ve su tranquilidad y la bomba al mismo tiempo, eso es en verdad el suspense.

Truculenta con ganas, y con un guión que no soportaría ninguna revisión, es cierto. Pero el objetivo primordial del cine -al menos para mi- , que es entretener y hacer al espectador partícipe de lo que está viendo, lo cumple sobradamente.

Un gran elenco para algo sencillo, pero correcto, que consigue poner en tensión y engancha desde los primeros minutos. Suspense al viejo estilo, que ya es de agradecer en tiempos en que todo ha de ser explícito, para una película sin pretensiones y del todo recomendable como el mero pasatiempo que es.

Aunque sólo sea por la ambientación cojonuda y por una interpretación de lo más acertada de su protagonista, La sombra de la noche merece la pena. Primeramente, porque consigue su objetivo: mantener al espectador en vilo, intrigado. Y en segundo lugar, porque aun a pesar de sus deficiencias, principalmente en relación con el final*, la cinta entretiene bastante y se le nota cierto mimo. Además, el director ha conseguido que me interese por la obra que dio origen a este remake, por lo que quién sabe si no hablaremos de una película más redonda en aquel caso.