Su último deseo (2020)

Netflix es una plataforma que merece la pena. Tiene un buen catálogo de contenido exclusivo, ya sea con atractivas series exclusivas o con films fabuloso y que acaparan nominaciones (que no premios) debido a su gran calidad. No obstante, de vez en cuando, se le cuela algún subproducto digno de directo al televisor (que no videoclub, ni eso...), y que dan la mala fama a la plataforma de estercolero recolector de basura infecta. Y por culpa del la película que nos ocupa, motivos no faltan...

Masacrada sin piedad por la crítica especializada (un irrisorio 7% en Rotten Tomatoes), sabía a lo que venía, pero, sinceramente, no esperaba tal atrocidad sin pies ni cabeza. Y es que, una vez finalizado su visionado, todavía no sé de qué va realmente o que nos quieren transmitir sus responsables, siendo un bodrio infumable y que desperdicia vilmente a su estupendo reparto.

La dirección no es nada del otro aquel, aunque tampoco es un trabajo lamentable, sin llamar la atención en ninguna de sus escenas. Poco más se puede decir, ya que poco la distancia de un telefilm barato. Pero claro, la culpa es de su caótico guion, por llamarlo de alguna forma.

Ambientada en los años 80 (que jamás llegamos a entender el por qué), comienza como una especie de thriller político y de denuncia social, para pegar un torpe y brusco giro hacía el drama de acción, donde nunca llega a importarnos lo que sucede realmente y donde hemos quedado tan hastiados y agotados por una trama insulsa y sin gracia, que no va a ningún lado, que al final nos preguntamos: ¿por qué? Pista: Jamás obtendremos respuesta alguna.

Y bueno, si al menos el ritmo acompañase, pues vale, pero es que ni eso nos dan, siendo un film exageradamente soporífero y de difícil digestión, que supone una pérdida de tiempo irrecuperable, gracias a uno de los peores guiones habidos y por haber. Hay historias que merecen contarse. Esta no es una de ellas.

Y es bastante triste ver a un reparto semejante desaprovechado de esta forma. Confieso que con otros actores no me habría aventurado en esta imposible aventura. Han sido listos sus responsables al sacar los cheques y fichar a actores de renombre. 

La "gran" protagonista es una Anne Hathaway que debería cambiar de agente a la de ya, porque es su peor enemigo y quiere destruir su carrera. No es posible la cantidad de film olvidables que está encadenando en los últimos años, uno tras otro. Recordar (por si alguien se ha olvidado) que es una gran actriz y tiene un Oscar (aunque eso, hoy en día, no sea sinónimo de nada). Espero levante el vuelo, porque no se merece esto, por mucho que el cheque sea generoso y sea vea obligada a desaprovechar su talento en cosas así.

También se pasean por esta tontería actores de la talla como entregado pero desaprovechado Willem Dafoe y que pide a gritos mejores papeles, y un Ben Affleck con el piloto automático, y que corre el riesgo de acabar siendo el nuevo Bruce Willis (y creo que todos sabemos lo que eso significa...). Otro que debería hacer un pensamiento respecto a su carrera, porque tela...

Es sangrante ver a un trío de actores con tanto talento (sí, los tres) en un producto de estas características. Por favor, que Hollywood (o quién sea) tome nota y no los relegue a trabajos tan flojos y olvidables. Primer aviso.

En conclusión, estamos ante una película indefendible, insufrible y totalmente fallida, donde no se puede destacar nada (quizás un poco la corta presencia de Dafoe) y que es mejor dejar bien enterrada en el cajón del olvido del que jamás debió salir. Me esperaba algo malo, debido a las críticas, pero esto es indescriptible.

Espero toméis nota y no perdáis el tiempo. Y por pedir, también espero que Netflix deje de recoger la basura que las grandes productoras descartan... Al final se ganan la mala fama que atesoran. Desde ya, una de las peores películas del año, y sí, también de los últimos años. Despropósito, y me quedo corto.

Más críticas: ocioworld.net

Lamentable ejemplo de cómo se puede destrozar una buena novela debido a la torpeza y el descuido del director (directora, en este caso) teniéndolo todo: historia, actores, recursos, ambientación, etc. Leyendo las críticas periodísticas se podría creer que, aunque hay oficio y cuidado en la dirección, ha habido mala suerte, pero creo que no es así. Más bien, puestos a pensar bien, habría que suponer que algo ocurrió durante el proceso de realización que echó por la borda las buenas intenciones y el interés por hacer una cosa decente, y todo se acabó a “salga lo que quiera”, rematándolo con un montaje demencial plagado de errores y descuidos. No estamos hablando de estilo, con elipses o abstracciones; es que faltan escenas y otras están incompletas, cortadas, de modo que resulta que muchas situaciones no tienen sentido y no se sabe por qué pasan cosas o cuándo o cómo han pasado otras que se supone han ocurrido. La narración está trufada de acciones absurdas y gratuitas, y carece de otras necesarias para entender lo que va pasando. El guion es un churro de incoherencias y agujeros. No se entiende nada. Hay varios personajes que aparecen y desaparecen de la pantalla sin que sepamos, ni se nos aclare, quiénes son, ni qué pintan allí. Se salta de un escenario a otro sin que se entienda cómo ha sido ni por qué. Un absoluto caos. Una chapuza vergonzosa.