El clavo de oro (TV) (2014)

Después de ver "El clavo de oro", el título de peor "director del cine español", se lo doy -a título personal- a Antonio del Real (la conjura del Escorial, cha-cha-cha), y su obsesión enfermiza por meternos con calzador, a su hija Blanca Jara como actriz, aún a costa de arruinar superproducciones financiadas con nuestros impuestos. No hay por donde cogerla, nefasto montaje, guión absurdo. De lo mala que es, te llega a enganchar, quieres saber qué se le ha ocurrido para el final, pero no, tampoco tiene un final definido.

Esta es de ese tipo de "películas" (supongo que lo más sensato es llamar a esto "producto" o "producción") que te obliga de forma reiterada durante el visionado a preguntarte: ¿por qué?. ¿Por qué alguien siente la necesidad de hacer algo tan (¿ridículo?, ¿absurdo?, ¿pobre?) como ésto?. ¿Por qué, ya puestos a hacer este esperpento seleccionamos a algunos actores penosos y otros aceptables pero que ante semejante despropósito poco pueden hacer ?
Lo único positivo que alguien puede decir de esta producción es que, al principio, mantiene un mínimo interés al no saber el espectador qué está viendo ¿comedia? ¿thriller? ¿gilipollez?... Pero de repente, en una escena de lo más trivial escuchamos tres notas de piano estridente (en plan película de terror cutre) y toda nuestra curiosidad se desvanece y si, por alguna razón que tenga que ver con el masoquismo psicológico seguimos viendo el engendro este, iremos paso a paso pasando de lo malo a lo peor a lo horroroso a lo ridículo.

¿Por qué si alguien se propone realizar algo de este tipo no intenta crear situaciones medianamente coherentes?

¿Por qué si algún actor es rematadamente malo y no sabe "declamar" con un mínimo de credibilidad o (al menos) de gracia no hacen que su personaje sea mudo?.

¿Es posible que de entre todo el equipo de personas que trabajan en la producción de una película no hay uno o dos que tengan la suficiente voz para decirle a quien corresponda: "Esto es una puta mierda, hagamos otra cosa"?

Una pena que se paguen productos de este tipo que no pueden ser más que el fruto del interés por subvencionar a algún amiguete.

Nota- Le planto un 2 pese a que la calificación debería ser 1. Pero como no es posible votar en negativo y existen excrementos filmados como "El altar: damasiado tarde para rezar" que merecen el 1, este producto aún siendo de una calidad inexistente no cae en la vergüenza extrema del título citado.