El misterio del sarcófago (1993)

Un prometedor y dinámico planteamiento inicial enseguida da lugar a un desarrollo que no se corresponde con las expectativas esperadas ante la adaptación de “Conversación con una momia” que E.A. Poe publicó en 1845.
Ni los destellos de lujuria en El Cairo, ni el embrujo del interior de una tumba, ni la peripecia propuesta, de por sí interesante, bastan para satisfacer al espectador una vez trascurrida la primera media hora de proyección.
Y eso que la convicción de que pasado y presente se conjugan en un mismo tiempo verbal proporciona máximo interés a la propuesta.
La interpretación de T. Curtis es correcta.
Quien destaca en la producción es A. Koren ya que la fotografía se erige, sin duda, en la mejor baza del largometraje.

¡Heavens! ¡Qué película! (en sentido negativo, no vayamos a confundirnos). "The mummy lives" nos descubre el motivo por el que Tony Curtis decidió dedicarse más tiempo a la pintura. Una película que tiene unos momentos gloriosos en la historia del cine. Veámoslos:

-Momento ventana del Hotel - la protagonista se aloja en un hotel moderno en un cuarto piso o así, sin edificios alrededor. La cámara se introduce por la ventana y llega a su ducha. Ella sale y se asoma a la ventana, que ha cambiado a ser una ventana más clásica, a la altura del río Nilo y frente a ella unos obreros reparan unas paredes. Fallo tremendo de continuidad.

-Momento serpiente- La protagonista y su novio cabalgan por los alrededores de El Cairo cuando ella cae del mismo, al asustarse el caballo por una ... ¡serpiente de cascabel! ¡Si solo hay en Norteamérica!

-Momento jeroglífico- Uno de los arqueólogos empieza a descifrar un mural en la tumba egipcia y dice ... " aquí pone que la tumba se construyó en el 1950 antes de Jesucristo ..." ¿Pero como los egipcios van a poner esa fecha? ¿Veían el futuro?

-Momento Luxor- Esta claro que el filme no se ha rodado en Egipto. Viendo el reparto técnico y el productor, tiene toda la pinta que la han rodado en Israel y en el desierto del Neguev. La protagonista viaja a Luxor, así que compran imágenes del templo de un banco de imágenes que salen en los créditos, y a ella la ponen andando por unas ruinas quizás medievales a las que han añadido unas espantosas estatuas "egipcias" de cartón-piedra en cualquier sitio, sin ton ni son.

Toda la película patina. Aparte de un cierto desprecio hacia los egipcios, presentándolos como ladrones, o pordioseros que viven en alcantarillas -Momento Mercado- la historia está tremendamente escrita. Veremos a la chica teniendo pesadillas no-se-cuantos-minutos siempre revolviéndose en su cama, rompe una vitrina en un museo para robar un anillo y no le pasa nada, el personaje de Tony Curtis, pasa de ser un amante trágico a ser el malo del filme, pero tampoco sabes porque aprende inglés en cinco minutos, vive en un casoplón y todo el mundo le conoce, si solo hace horas que ha resucitado y no ha poseído cuerpo alguno. Y ese cartón-piedra, con los bloques de aspecto tan artificial, rebotando como pelotas de ping-pong ...

No creo que esto lo escribiese Edgar Allan Poe. Más bien alguien de primaria o quizás un ejército de chimpancés con una máquina de escribir y una botella de tintorro ...