Todo lo que necesitas es amor (2012)

La familia. Una de las pocas cosas capaces de darnos noticias buenas y malas al mismo tiempo, de alegrarnos y decepcionarnos, de darnos una razón para seguir adelante o quitárnoslo todo. Sin embargo, hay algo que siempre está ahí, algo que sirve de motor para todo lo anterior y que, aunque parezca mentira, es todo lo que necesitamos... el amor. Aunque suene cursi, nadie puede negar lo evidente; el amor siempre está por encima de crisis, enfermedades o malas pasadas, es algo a lo que podemos recurrir en esos casos. That’s Amore, que decía Dean Martin…

‘Amor es todo lo que necesitas’ es una comedia romántica tan simple como su título, con un mensaje que hemos visto mil veces en pantalla y un montón de tópicos de los que ni quiere ni puede huir. Pero al igual que no es oro todo lo que reluce, todo esto no la hace una película indigna de ver. Con la excusa de la unión matrimonial de dos jóvenes, Susanne Bier nos tiende una pasarela por la que van exhibiendose una galería de personajes fantásticos cuya evolución deja retratados temas que van desde la homosexualidad a la indecisión y la madurez. Pero si hay algo que destaque por encima de todos ellos es la pareja protagonista. Un empresario viudo y aburrido, y una peluquera cornuda que intenta superar un cáncer de mama, sustentan el peso, tanto cómico como dramático, de la historia. Aunque claro, todo esto no sería posible sin la perfecta química que Pierce Brosnan y Trine Dyrholm consiguen con sus respectivas actuaciones consiguiendo en el espectador esa pizca de empatía que toda película de este tipo necesita.

Susanne Bier regresa a un terreno que le gusta, mezclando en esta cinta muchos de los temas que ya había tratado anteriormente, los problemas entre hermanos, el matrimonio o la relación paterno-filial, entre otros, para crear una película a medio camino entre el drama familiar y la comedia romántica, pero sobretodo una película de personajes, algo que nunca falla en las películas de la directora danesa. Así cómo Bier sorprendió hace un par de años a todos con su oscarizada ‘En un Mundo Mejor’, su siguiente película ni está a su mismo nivel ni lo pretende, pero aun así, y teniendo en cuenta que sus historias toman caminos muy distintos, la conexión se deja ver, y no sólo en la repetición de los actores…

Técnicamente, ‘Amor es todo lo que necesitas’ es puramente Bier. Una fotografía clara, colorida, y, en líneas generales maravillosa, un ritmo que permite evolucionar tanto la historia como los personajes de forma perfecta (aunque ésta vez se alarga demasiado) y un uso práctico del espacio y el tiempo hacen de la cinta una comedia dónde el amor se convierte en un personaje más de la historia. Una película entretenida, pero sobretodo entrañable.

Susanne Bier trabaja argumentos pegados a la tierra. A ras del suelo de los humanos. Donde se mueven, se enredan e intentan sobrevivir sus personajes. Pero, en esta ocasión, opta por cambiar de aires y se traslada (nos traslada) al territorio de la comedia "romántica" made in USA. Eso sí, con algunos ingredientes europeos.

Obra coral ambientada en los tópicos vitalistas ( y turísticos) a la italiana, sólo uno de sus protagonistas (la madre, magníficamente interpretada por Trine Dyrholm) ofrece perfiles de cierta complejidad. El resto, como su temática deudora de "Mamma mia", apenas sobrepasa el tópico más recalcitrante.

Excesiva en su metraje, con periódicos altibajos y vaivenes, "Amor es todo lo que..." no va más allá de una película a ratos entretenida pero absolutamente prescindible.