Amistad obsesiva (TV) (2015)

Ver un telefilm canadiense de media tarde puede convertirse en algunos casos en una opción funesta, y recomendar un película de las que emiten algunas cadenas televisivas los fines de semana, en toda una odisea. Muestra de la inoperancia y la falta de creatividad a la hora de conseguir un resultado digno lo podemos ver en "Amistad obsesiva", otra cinta infumable, que solo puede servir para confirmar y destacar la obsesión que tiene George Erschbamer por originar gran malestar en el espectador a base de desenlaces horrendos que hacen que las pocas cualidades positivas puestas en la mesa (ahora mismo no se me ocurre... no sé por destacar algo, las actrices actúan para ganarse la vida... ) se diluyan y confirmen que su cine es, además de escasamente atractivo, un más de lo mismo en este desolador panorama. Normalmente -cada vez menos- suelo encontrarme en las pelis de por la tarde algún tipo de conexión que, por extraño que parezca, me hacen valorar el resultado del género "thriller-intriga de sobremesa" como algo llevadero. Sin embargo, en "Amistad obsesiva" el conformismo del guionista y la resolución tan inverosímil hacen que verdaderamente me tenga que preguntar porque visiono películas con tan poco enganche para el público en general.
"Amistad obsesiva", al igual que todas las cintas que he visto de este director ofrece un argumento pésimo, que se resume en un guión resuelto en cuestión de minutos. El tratamiento que se le da a los personajes es horrible. A la mala le persigue una obsesión que será en general el tema principal de la película: actuar como la protagonista, todo con la idea de perpetrar una venganza que viene de años atrás. Por ello recurre a cambios de peinados etc. !existe hasta un asesinato del que se olvidan en darle una resolución!. Si es que de verdad... ver las pelis de este director (por decir algo) puede llegar a ser una locura. La mala sale de la piscina una vez dada por muerta, en unas escena final lamentable, que acaba con el desenlace previsible!!! hasta decir basta, en fin que lo poco positivo de este telefilm está en saber quien ganará en el despropósito ¿el director, los actores, el guionista?. Mi respuesta sobre quién perderá está claro: el pobre espectador.